Cuando te embarcas en el universo madre, desde tu embarazo tienes que empezar a cambiar el disco duro de tu mente.
Tienes que tener claro que tu vida va a cambiar, y eso no hace falta que la bruja Lola te lo diga, tú ya te vas haciendo a la idea.
Aunque muchas veces por mucho que pienses que tu vida va a ser de una manera, tus expectativas no tienen nada que ver con lo que te encuentras, y te das con la puerta en las narices. Te sientes sola muchas veces y sin fuerzas para seguir caminando.
Estar embarazada es como subirse a una montaña Rusa
Lloras, ríes y en varias ocasiones desearías dar marcha atrás ya que tienes muchas dudas y muchos miedos ante la nueva etapa y ante la vida totalmente desconocida que te espera. Te sientes perdida ante tantos cambios hormonales y esto repercute en tu humor, con todas las subidas y bajadas que tiene tu cuerpo.
Muchas veces piensas que estás loca. Hasta te gustaría tirar la toalla y desaparecer de la tierra, ya que tu nuevo título te queda demasiado grande. Salir de la zona de confort siempre asusta, pero detrás de la puerta del miedo hay una nueva vida esperándote para acogerte entre sus brazos y abrazarte fuerte para decirte que todo está bien, que eres una mamá maravillosa y que lo vas a hacer genial.
Tan solo confía
Te preocupas en exceso del parto, cuando realmente deberías de preocuparte más del postparto porque dar a luz va a ser un paseo al de la recuperación y de los días de después. Aunque realmente no tendrías que preocuparte por nada. Tienes que fluir y dejar que las cosas sucedan y afrontarlas tal y como vienen. Hay que dejar tranquila la cabeza, ya que la tenemos todo el día sin parar de pensar como si fuera una rueda de hámster, por eso mismo hazte un favor. Haz caso omiso de lo que digan y de lo que veas. Tan solo confía en ti y en tu instinto.
La maternidad es un mundo de claroscuros, donde nada es tan negro, ni nada es tan blanco, simplemente hay algunos tonos grisáceos y todo depende de cómo lo mires y de cómo actúes ante tu nueva vida como mamá. Las lecciones se van aprendiendo día a día, semana tras semana ya que nadie ha nacido sabiendo ser madre. En este caso no vas a la universidad y después te dan el título. Sino al revés.
Prepárate para ser mamá
En el universo madre te ganas la titulación y vas aprendiendo sobre la marcha. No te queda otra opción. Por eso mismo no puedes pretender ser doña perfecta.
Tienes que tener claro que no todo te va a salir a la primera y que ante todo tienes que ser flexible contigo misma y cultivar tu paciencia, ya que somos las primeras en sabotearnos y en machacar nuestra mente si las cosas no salen como esperábamos. Deja de hablarte mal y de decirte cosas factibles, deja de seguir echando piedras en tu propia mochila, ya que esta, algún día terminará agujereándose por algún lado.
A tu bebé tampoco lo conoces a la primera y tanto tú como él necesitáis tiempo para conectar y eso no se hace de la noche a la mañana.
Necesitas tiempo para recuperarte, para conectar con tu nueva vida, con tu hijo, con tu pareja. Pero sobre todo para auto conocerte y encontrar rincones dentro de ti que no conocías. En tu interior vas a encontrar una nueva mujer con un aire renovado, pero manteniendo tu esencia. Vas a valorar realmente las cosas que tienen importancia y vas a querer a un pequeño ser como nunca has querido a nadie.
Tú eres lo primero y tu hijo es lo más importante
Solo espero que ese amor no solo vaya dirigido a tu hijo, ya que ante todo tienes que tenerte en cuenta tú. Al principio cuesta entenderlo y puedes pensar que solo existe tu hijo, pero para poder cuidar de otro ser, tienes que empezar por ti. Cuidarte para cuidar.
Para poder gestionar la maternidad lo mejor posible, necesitas ayuda, aunque no lo veas conveniente y te cueste hacerlo, ya que te vas a creer con suficiente fuerza para poder con todo. Pero esa fuerza se va a ir desinflando poco a poco y al final tu cansancio, tu mal humor, tu estrés y tu ansiedad saldrán a la luz tarde o temprano.
Cuidarte para cuidar
Necesitas desconectar, respirar y hacer cosas que no estén relacionadas con tu hijo. Necesitas conectar con esa mujer que llevas dentro y no con la mamá de…Tienes que auto cuidarte y ya no solo físicamente, tienes que hacerlo desde dentro, empezando a hablar bonito, abrazándote y queriéndote. Sal a caminar, conecta con la naturaleza, practica meditación y realiza tareas con las que te sientas en calma. Tu hijo crece a la velocidad de la luz y cada etapa es diferente. Lo haces todo lo mejor que sabes hacerlo y con las herramientas que tienes, por ello confía en ti misma. Si tu estás bien tu hijo y tu entorno estará bien, nunca lo olvides mamá. Bienvenida al universo madre, un mundo lleno de madres maravillosas.
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