Avanza, Crece, Vive
Tenemos la insana costumbre de no respetar nuestros procesos y esto nos lleva a no respetar los procesos ajenos. Empecemos por nosotros mismos a escucharnos, amarnos y sentirnos. No intentemos poner todo en una balanza, puesto que eso nos lleva a emitir un juicio, y ese juicio te conduce de nuevo al error.
La mayoría vivimos en una constante noria, nos empeñamos en ir en círculos, cuando lo que deberíamos hacer es avanzar en línea recta sin atajos, sin desvíos inútiles, sin perder un tiempo valioso llamado vida. Hoy eres tú, con esa proyección que tienes de ti mismo. Pero quizá mañana dejes de ser eso que creías ser para ser quien en realidad eres.
Hay varias opciones, puedes elegir. Tu elección será la correcta para tu proceso, siempre y cuando la tomes respetándote y valorando tu vida de una manera absoluta y sana para ti. Supongamos que tienes tres distintos caminos para llegar a un mismo sitio.
¿Cuál elegirías tú?
- El directo, cuanto antes mejor, no quiero perder mi tiempo, necesito llegar y empezar a mover los hilos de la vida que sé que necesito, merezco y quiero para mí.
- El más largo, así por el camino voy disfrutando y creciendo, para cuando llegue al destino sentirme seguro y fuerte.
- El difícil, me gusta sentir que me gano las cosas, el esfuerzo y la lucha me hacen saborear el triunfo de haber llegado hasta el final.
Supongo que, llegado a este punto, ya elegiste una de las tres opciones anteriores. Cualquiera de ellas deja muy clara tu personalidad. Pero no crees que, lo mejor sería ir por un camino directo, que fuera lo suficientemente largo para crecer durante el trayecto y que con algo de dificultad ganarías en confianza y fuerza.
La vida no es blanco o negro, bueno o malo. La vida es una mezcla de sabores, olores, texturas, sonidos e imágenes que te llevan al éxito de tu ser, siempre y cuando quieras ir puliendo y quitando capas de una coraza que has ido construyendo a lo largo de esta y otras vidas. Corazas que lo único que provocan es un desgaste energético de lo que podrías llegar a ser, si realmente estuvieras en consciencia de querer ser con absoluta realidad.
La verdad es que, da igual el camino que elijas, da igual como decidas transitar por él. Lo importante es que cuando llegues sepas que ese era el objetivo que debías, sentías y soñabas para estar en consonancia contigo y con lo que está en ti. Hay veces que es mejor dejarse llevar sin poner mente a decidir si esto o aquello. El universo, que es sabio, sabrá como hacerte llegar y en qué circunstancias. Dependerá de ti valorar e integrar todo aquello que estés viviendo. Intentar sonreír a cada paso, con cada golpe, caída, o caricia. Llorar solo cuando ese destino deseado por fin esté delante de ti, entonces, solo entonces, ríndete, entrégate y valora todo lo andado hasta llegar allí.
Tus pies caminan, tu alma te guía, tu corazón te acompaña.
E-mail: adriana_casanovas@yahoo.es
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