MI LADO OSCURO

Tenemos un lado oscuro. Queramos o no. Existe y es inevitable.

Unos lo tenemos un poco más controlado y otros no lo esconden.

Cuando me refiero a un lado oscuro, no tiene que ser algo negativo o malo. Simplemente, cada persona, ha vivido unas circunstancias en la vida. Esas circunstancias son las que nos acercan o alejan de ese lado oscuro.

Todos, tenemos algún episodio, del que no nos sentimos orgullosos o que, si pudiéramos borrar, iríamos hacia atrás en el tiempo. Volveríamos a empezar.

Como se suele decir, esos hechos ahí están. Tú tienes la clave para no caer en ese lado oscuro que queremos evitar.

Si aceptamos que tenemos esa parte de nosotros que no nos gusta tanto. Admitimos que no somos perfectos ni perfectas, vamos a vivir más tranquilos.

En el momento que somos conscientes de ello, podemos trabajarlo. Podemos intentar cambiar o mejorar esos aspectos de nuestro carácter, que a veces, nos traen algún que otro disgusto con los demás.

La empatía juega un papel importante en este aspecto. Cuando nos ponemos en el lugar de la persona que tenemos delante, antes de actuar o decir algo, seguramente seamos más amables. Si actuamos con amabilidad, probablemente recibamos lo mismo.

Y si no es así, piensa que la otra persona, es la que tiene que trabajar su lado oscuro.

Cuando interactuamos con las demás personas es importante pensar cómo nos gustaría que nos trataran y nos hablaran a nosotros.

    Pasar unos cuantos filtros antes de hablar, nos ahorraría más de un disgusto.

    Contar hasta diez, aunque suene a tópico, es un buen recurso en según la ocasión.

    La escucha activa también es una buena herramienta. A veces interrumpimos a la persona que nos está hablando. Nos cuesta esperar a que la otra persona termine de contarnos algo.

    También ponemos el piloto automático. Desconectamos si es una conversación muy larga y procesamos solamente la mitad o menos de lo que nos están contando.

    Si no practicamos la escucha activa, es probable que metamos la pata, a la hora de dar una respuesta.

    Te asombrarías de toda la información que puedes obtener practicando este tipo de escucha.

    Si te callas y dejas que la otra persona hable y le das su tiempo, normalmente se siente cómoda y empieza a abrirse. Sobre todo, comenzará a depositar su confianza en ti.

    Si queremos abrazar ese lado oscuro, adelante. Si quieres tener un poquito de claridad, recuerda:

    1. Aceptación en todo nuestro conjunto. Aceptarnos con el pack entero.
    2. Tener empatía con los demás.
    3. Utilizar los filtros antes de hablar.
    4. Practicar la escucha activa.

    Hay más claves que nos pueden ayudar. Estas son unas pocas. Seguro que puedes descubrir muchas más.

    ¿No crees que llegó la hora de abandonar la oscuridad y empezar a brillar?

     

    Vanessa Martín Ardanaz

    1 Comentario

    1. David

      Un artículo muy bueno e interesante, sigue así

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