Se nos va el 2021 y es y será un año que no olvidaremos, la vida tiene su propio plan, y este 2021 que ya se va, ha sido de muchos aprendizajes. Se acaba este año enseñándonos que no tenemos control de nada, y que la vida es un día a la vez.
Este 2021 nos ha recordado, la necesidad de apreciar, de vivir el presente, de no dar nada por supuesto, nos ha hablado de tener una mente flexible y adaptativa y sobre todo de no discutir con la realidad.
Cerremos este año sin resentimientos con él. Ha sido, de hecho, un buen año para mí en muchos aspectos de mi vida. Tengo recuerdos amables de todo lo que ha pasado. ¿Te extraña? Si, te entiendo…pero así me siento ante este 2021 tan peculiar y a la vez divertido.
¿Sabes por qué?
Creo que se debe a los aprendizajes que nos ha dejado. Me gusta más como soy hoy gracias a las lecciones recibidas, aunque para aprenderlas hayamos tenido que pasar por todo esto.
Este 2021 ha sido el año que nos enseñó a valorar todo lo que teníamos y no a buscar lo que queríamos. Cosas muy simples, como viajar y ver a nuestros familiares y amigos libremente sin miedo por tí y por ellos.
Faltan pocos días para que se vaya, pero nos está dando la oportunidad de cerrar ciclos y empezar a cerrar y abrir puertas. Y creo que el final del 2021 será un momento de total reflexión para todos.
Hemos vivido una incertidumbre colectiva de emociones; hemos compartido perdidas y desolación, pero también nos puso en PAUSA para que observáramos la vida y ver con los ojos del alma que realmente era verdadero e importante para vivir.
Te invito a que hagamos una reflexión de las metas cumplidas en todos los aspectos de nuestra vida y a plantearnos los propósitos que haremos cumplir en el 2022.
Nuestro destino no es donde estamos ahora, sino donde estaremos mañana después de haber vivido el ahora como lo planeamos ayer
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