La Libertad
Borra todo aquello que creas como Real, borra la propia proyección que tienes de ti mismo. Borra todo sentimiento, pensamiento o emoción. Saca tu alma del revestimiento que supone tu cuerpo. El cuerpo nos impide estar más en conexión con nuestro ser. La mente nos nubla de pensamientos ficticios, las emociones nos ciegan haciéndonos invisibles ante nosotros mismos.
La realidad no existe; puesto que a eso que llamamos realidad son simples proyecciones de un mundo ficticio lejos de lo que en verdad estamos conectados. La densidad de nuestro cuerpo físico, esa pesadez, dureza y dolor que sentimos, es la prueba a la que debemos someternos a diario para salir evolucionados de esto a lo que llamamos vida. Sin embargo, nuestro empeño no está en aligerar esa pesadez, por lo único que nos empeñamos, luchamos o esforzamos es por estar guapos, tener dinero, posición social, grandes cosas, coches caros, objetos de valor y falsos elogios que ahora se pueden multiplicar gracias a la conexión globalizada de nuestra sociedad.
Estamos muy desenfocados, perdidos y en la miseria, porque cuanto más acumulas de todo lo anterior descrito, más perdido, vacío, carente e inexistente vives. Rompe de una vez con esas barreras que te alejan de la única realidad que vale: tú mismo. ¿Alguien podría decirme, cuál es su verdad? Sin nombrar frases ya hechas, copiar patrones o dejarse llevar por una acumulación de imágenes recopiladas a lo largo de su vida.
¿Cuál es tu verdad? La que está en tu alma, la que permanece contigo desde tu primera existencia. Proyectar ahí nuestra energía, es recuperar esa verdad, esa pureza, esa calma que, nos haría poderosos, fuertes e increíblemente equilibrados. Sin embargo, nos enseñan desde niños a pasar por el aro de esto o aquello y en cada pasada, nos vamos alejando de esa vaga memoria que aún llevamos en nuestro recuerdo cuando nacemos.
Venimos a esta dimensión con todo eso grabado en nosotros, pero el patrón social ya establecido nos lo roba desde la más tierna infancia. Reconecta y vuelve, debes estar ahí, en alguna parte de ese cuerpo denso. No existe la cura milagrosa, lo único que existe es la verdad que te otorgará las fuerzas necesarias para salir de ti mismo, como ser repetitivo de otros humanos que, como tú, siguen la corriente. Somos robots, maquinas, esclavos sumisos, obedeciendo sin pestañear, dando por hecho cosas sin plantearnos nada o casi nada, incluso sabiendo que lo que vivimos no nos llevará a ninguna parte.
¿No crees que es hora de decir “¡Basta!”?
- Yo grito “¡Basta!”, basta de no ser yo.
- Basta de obligarme a hacer y decir lo que no siento.
- Basta al no amor hacia mi luz interior.
- Basta a la mentira social y personal.
- Basta a la no libertad de decidir por mi lo que crea que me hace bien.
- Basta a la falsa libertad.
- Basta a la no tolerancia, empatía y sensibilidad.
- Basta a todo aquello que me aleje de mi propio ser.
Lo peor de todo es que nosotros somos nuestros propios carceleros en esta injusta vida. Injusta porque estamos tan sumamente abatidos por la forma en la que vivimos, que se vuelve injusta, cruel y desesperante en muchas ocasiones. Sabiendo que la felicidad, esta palabra tan deseada, solo se halla dentro de ti. Tú tienes el poder de activar la felicidad, lo malo es que no sabes cómo hacerlo. Lo bueno es que, estando vivo tienes la oportunidad de seguir intentándolo hasta conseguirlo.
Yo quiero luchar por recuperarme, sentirme y ser fiel a lo que soy desde un inicio. Yo quiero vivir sabiendo que cada día estoy más cerca de mí y más lejos de todo lo que me aleja de poder conseguirlo. Yo quiero mirarme y poder verme desde la verdad absoluta. Esa verdad es que, no soy lo que veo en un espejo. No soy lo que los demás proyectan de mí. No soy lo que pienso y hasta que no aleje esto de mi campo áurico, no podré estar en mi realidad, en plena conexión conmigo ni con la creación.
Hasta que no salga de mi cuerpo haciendo que mi energía supere y aleje toda esa falsa proyección, no seré de verdad libre.
Libre de mí mismo.
E-mail: adriana_casanovas@yahoo.es
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