Sobre Jessica
Mi nombre es Jessica Martín, nacida en Gran Canaria, España. Felizmente casada y madre de un pequeñín de 4 añitos. Soy una apasionada de la mente humana y desde la universidad me aficioné a libros sobre psicología, crecimiento personal y gestión de las emociones. Actualmente soy Coach de Bienestar especializada en gestión del estrés. Trabajo sobre los diferentes aspectos que afectan a nuestro día a día; Técnicas de relajación, autoestima, calidad del sueño, estado emocional, estiramientos, autocuidado, hábitos, espacios de relajación, creación de eventos de bienestar…etc.
Pero no siempre me he dedicado a esto. Hace unos años descubrí por mí misma que el cuerpo habla lo que la mente calla. Toda la vida había sentido dolor corporal, pero me acostumbré a tenerlos hasta que empeoraron por el estrés. Comencé a hacerme pruebas y me diagnosticaron artrosis con 30 años. Durante años había leído sobre la terapia corporal y me decidí a estudiarlo. Necesitaba entender por qué el estrés producía enfermedades y descubrir en mí misma el efecto de estas terapias. Mi sorpresa fue que realmente tenía un efecto positivo, mi calidad de vida había mejorado y mi dolor disminuido. A día de hoy apenas tengo dolor.
Jessica Martín
Más sobre Jessica
Años más tarde fui madre y me di cuenta que estaba trabajando en algo que ya no me hacía feliz, además la falta de sueño y el ritmo de trabajo volvían a hacer mella en mí. Así que decidí dejarlo. No me atrevía trabajar en lo que realmente quería, que es lo que hago a día de hoy, y no paraba de ponerme excusas a mí misma.
Pero meses más tarde sucedió algo que cambió mi vida por completo. El 1 de agosto de 2018, salimos de vacaciones mi marido mi hijo que no llegaba a dos añitos y yo. Mi marido comenzó a sentir que le fallaban las fuerzas de las manos y poco a poco fue perdiendo movilidad. A las 24 horas estaba en coma y tres días más tarde tetrapléjico. Síndrome de Guillain Barré, un tipo de enfermedad rara que afecta a 1 de cada 100.000 personas. Podría escribir un libro sólo con lo que vivimos ese mes de agosto. Habíamos salido de vacaciones y nuestra vida había cambiado por completo en horas…
Contra todo pronóstico, a día de hoy, mi marido está totalmente recuperado.
Pero si te soy sincera, todo el shock que supuso aquella época, pasó factura en mí.
Durante ese proceso el mindfulness me ayudó muchísimo. Y una vez él se había recuperado, practicar yoga, bailar, meditar y explorar mi creatividad fueron claves para gestionar la ansiedad y el estrés de aquellos momentos. Además, la fuerza de voluntad, el amor propio, el humor y la actitud se convirtieron en imprescindibles para que saliéramos adelante.
Como verás estos últimos años de mi vida han sido realmente un aprendizaje tras otro. Pero todo esto me permite empatizar y entender mejor a mis clientes en mi día a día.
Soy de las que piensa que las cosas llegan en su momento preciso, quizás cuando estamos preparados para afrontarlo. Gracias a estos últimos hechos, di el paso para dedicarme a lo que realmente me hace feliz.