Tu cuerpo y la materia es solo el reflejo de algo muy grande
Nuestra experiencia en el mundo entonces, desde que nacemos, se supedita a sepultar nuestra conexión con la conciencia y mundo interno, para proyectar nuestra identidad y ser en el externo exclusivamente. Incluso esta conexión posible con la conciencia es ridiculizada o reprimida por el propio sistema cuando se habla de ella o alguien intenta acercarse a conocerla. Nosotros mismos por desgracia perpetuamos esto con nuestros hijos. Siguiendo y enseñando estos programas y estos patrones alejados cada día más de la libertad, el amor y la humanidad. Del discernimiento y de la individualidad. De la conexión con la trascendencia en nuestras vidas. Esa que buscamos a veces desesperadamente en lo material o en otras personas sintiéndonos incompletos o vacíos, pensando o sintiendo que hay siempre «algo que llenar», y buscarlo desesperadamente en lo material o en personas.
Tus «raíces»
Es como mirar una bella planta o árbol, y no ver sus raíces. Como ver la punta del iceberg y no ver todo lo que debajo lo sustenta. Conformarse con la superficie y despojarnos de la verdadera fuente y raíz de nuestro ser. Esa que nos dará las respuestas que buscamos y llenará nuestro vacío.
Es la parte invisible del iceberg la que lo sustenta, la más importante.
«Conócete a ti mismo» es retornar a lo que eres. Recuperar tu poder, el control sobre tu existencia. Y conocer la amplitud y vastedad de tu ser, que tiene potencialidades, cualidades y virtudes maravillosas.
Meditación y Equilibrio
El mundo desde dentro
Este camino está en experimentar que hay otras formas de conocer el mundo y a ti mismo. Hay sistemas antiguos y modernos que nos enseñan herramientas para conocernos y conocer el mundo «volando alto». Desde la altura de tu ser superior y eterno en conexión con tu verdad de lo que eres, desde tus potencialidades. Han estado ocultos durante siglos, y ahora están más disponibles que nunca para tod@s. Es un momento en la historia único.
La evolución del ser humano es también la evolución de su conciencia. No tiene nada que ver con limitarla a estar más cómodos, y poseer más tecnología. Avanzar humanamente es mucho más que eso. La historia actual está llena de ejemplos que nos indican que no solo hay necesidad de un avance tecnológico, sino un avance espiritual, donde nuestra conciencia exprese en nuestras vidas las virtudes humanas más elevadas como la hermandad, la compasión, la empatía, la verdad, la paz y la armonía. Un verdadero progreso humano.
¿Evolucionamos?
Donde el planeta, la naturaleza y el ser humano sean un todo armonioso.
Estamos hoy lejos de reflejarlas en la sociedad y el individuo.
Puede ser que estemos «más cómodos». Pero ¿hemos realmente evolucionado? ¿Es todo lo que vemos en el mundo hoy día el reflejo de una evolución? ¿O no estamos más bien en una decadencia?
¿Es este el mundo y la manera en que deseamos vivir?
La elección de como deseas vivir:
¿Es este el mundo y la manera en que deseamos vivir?
Es una pregunta que estoy seguro muchas personas se hacen hoy día. Y de cada uno depende la respuesta, y sobre todo, las elecciones de cómo queremos vivir a partir de ahora. Nadie es responsable de todo lo que vemos sino todos nosotros. Todo está conectado y el sistema que vivimos, el mundo que vemos está alimentado por todos, así como no estamos separados del destino del planeta y su naturaleza. Nosotros decidimos cada día hacia dónde va nuestro destino. Ahora más que nunca.
El planeta somos tod@s.
Esto es una elección personal importante. Si no es tu momento para ello, o no te resuena, quizá quieras seguir creyendo que todo esto son fábulas y el mundo es lo que nos han enseñado y ya está. Es respetable. Te deseo la mejor de las fortunas y mucha luz para el mundo que viene. Si admites la posibilidad de que hay mucho más por saber y descubrir, el camino hacia el interior y tu conciencia estará siempre abierto para ti, sea cual sea el momento en que lo hagas, nunca es tarde.
Tu corazón, centro y equilibrio del ser.
En la naturaleza que nos rodea todo tiene un centro y un núcleo trascendente. La galaxia, el sistema solar, la tierra, la célula, el átomo…
Así pues, el ser humano no es una excepción y también forma parte de esas leyes naturales. Somos seres híbridos de espíritu y materia, entre divinidad y animalidad. Poseemos el intelecto, tenemos nuestros instintos. Todo tiene su función y es el equilibrio entre estas partes el que nos conduce al camino del corazón como centro de nuestro ser. Así como el sol es el centro del sistema solar y de nuestra vida en la tierra. En algunas tradiciones místicas el ser humano es llamado el ser «del amor y la libertad». Ambas cualidades las más presentes en nuestro ser, y objetivo final de nuestra larga evolución como especie. Hacia esas cualidades es hacia donde os propongo caminar, asistidos por conocimientos, prácticas y sistemas que nos ayuden a reconectar con nuestra conciencia y nuestra humanidad «perdida».
Conectados a nuestra conciencia, iluminados por la luz de nuestro ser, se nos presenta un camino del que en la vida a veces tenemos destellos, y experiencias mágicas. Esos destellos que sentimos en la alegría, en la paz, en la armonía, en el amor, en nuestros momentos felices. Donde hay expansión y certeza de lo grandes que somos. El camino de reconectar con nuestro corazón.
No obstante, no es un camino fácil.