El poder de las palabras
Desde el Coaching se trabaja sobre tres dominios: el lenguaje, el cuerpo y las emociones. La idea es encontrar el equilibrio y la coherencia en esta tríada. Cada dominio repercute en el otro y entre ellos coexiste una unión que los hace un todo integral. Cuando alguno de ellos está en desequilibrio, inevitablemente afecta al otro.
Los seres humanos somos seres lingüísticos por naturaleza. Además, el lenguaje es un fenómeno social que nace de la interacción entre los seres humanos. Y es aquí, en este terreno de lo lingüístico donde entran las protagonistas de hoy: las palabras. Más allá de que sabemos que también existe el lenguaje no verbal o paraverbal, las palabras son aquellas que marcan un antes y un después en muchas de nuestras conversaciones.
Usamos las palabras para muchas cosas a diario. Para describir, para presentarnos, para anunciar, pedir, preguntar, adivinar, declarar, asentir, negar, etc. Y es a través de las palabras que creamos realidades, ya que el lenguaje no es inocente. Detrás de cada palabra dicha hay una intencionalidad, y una decisión/elección de la palabra enunciada.
Una palabra puede potenciar o puede, por el contrario, destruir el mundo emocional del otro/a. La palabra dicha a tiempo hasta puede salvar una vida, o una relación. Y una palabra no dicha a tiempo puede ser una carga que te pese sobre la espalda y se atore en tu garganta para siempre. Sea cual sea la situación, es fundamental tomar consciencia de la importancia del poder de las palabras.
¿Qué nos decimos?
Y para tener real consciencia del uso de las palabras, comencemos por revisar qué nos decimos a nosotros mismos. Como primer paso, ¿conversas contigo mismo/a? ¿Qué te dices? ¿Cuál es la primer palabra hacia ti por la mañana? ¿Qué te dices cuando algo no te sale como esperabas? ¿Qué te dices cuando estás por lanzar tu proyecto?
Así como siempre ponemos el foco en lo externo, ahora te invito a que lo pongas en vos. Que puedas sentarte a tener una conversación contigo mismo/a, sentado/a frente a un espejo y reflexiones acerca de esa comunicación que estás teniendo con vos. ¿Esa conversación está siendo genuina? ¿Te abre o te cierra posibilidades? ¿Las palabras que te dices son «positivas» o «negativas»? Si pudieras salir de tu cuerpo, y verte desde afuera, ¿Qué te dirías? ¿Qué te preguntarías?
Cualquier cambio que estés buscando en tu vida va a nacer desde adentro tuyo. Y de algo que dependa exclusivamente de vos. Es importante que entiendas que desde el momento en que decidas cambiar tus conversaciones internas, que no te están siendo funcionales, es cuando realmente comenzarás a ver los cambios alrededor tuyo.
¿Cómo están siendo mis conversaciones interpersonales?
Hasta acá revisamos nuestra conversación interna. Pero, ¿Qué pasa con las conversaciones que tenemos a diario en nuestras relaciones interpersonales? ¿Qué palabras elegimos decir? ¿Estás siendo asertivo/a, es decir, amable, sincera/o, directa/o? Somos lo que somos a partir de las relaciones que establecemos con los demás. Y la comunicación es una de las bases fundamentales de nuestras relaciones.
Desde el Coaching Ontológico se plantea que el lenguaje es generativo, en el sentido de que la palabra dicha crea una realidad nueva. Y existen distintos actos lingüísticos que nos llevan a ejecutar este concepto. Uno de esos actos lingüísticos son las afirmaciones y las usamos para describir lo que observamos. Otro de los actos son las declaraciones y es cuando utilizamos un lenguaje generativo.
Según Rafael Echeverría, en «Ontología del lenguaje», «las declaraciones son la expresión más clara del poder de la palabra, de que aquello que se dice se transforma en realidad». Declaraciones como las que emite un juez: «Inocente!» o un «los declaro marido y mujer», sin dudas están generando una nueva realidad. Pero también otras declaraciones como «sí», «no», «no sé», «gracias», «perdón» o «te amo», son clave a lo largo de nuestra vida.
Y por último, otro acto lingüístico a destacar son las promesas, que surgen de hacer pedidos efectivos y ofertas que atiendan a esos pedidos. Y para que esa promesa se cumpla o no, es necesario tener una conversación efectiva. El pedido debe incluir el qué estoy pidiendo, cómo, para qué y cuándo quiero que ocurra, cuánto más detalle, mejor estará realizado. Y por el otro lado, tiene que haber una oferta ante ese pedido que requiere de las mismas condiciones.
¿Qué palabras construyen tu mundo?
Nuestros días están repletos de palabras. Nos llegan desde todos lados. Desde que comenzamos el día, con algo que leemos en el celular, lo que escuchamos al encender la radio o la televisión, el periódico del día, la conversación con tu pareja o tus hijos, la charla con tu jefe o tu empleado, etc. Las decimos, las escribimos, las pensamos.
A través de las palabras creamos nuestro mundo. Te invito a revisar ¿Qué palabras están construyendo tu mundo? En el libro «Los cuatro acuerdos» de Miguel Ruiz, propone como primer acuerdo: «Sé impecable con tus palabras». La palabra «impecable» proviene del latín y significa «no tener posibilidad de falta». Si nos vamos al diccionario decimos que impecable es «Que es tan perfecto y sin faltas ni errores que no admite ni el más mínimo reproche».
El Primer Acuerdo convoca a usar las palabras con amor, no sólo para hablar de nosotros mismos, sino de los demás. Ser impecable con las palabras es hablar con integridad. Decir solamente lo que quieras decir, y utilizar el poder de las palabras para avanzar. “Toda la magia que posees se basa en tus palabras. Son pura magia y si las utilizas mal, se convertirán en magia negra”, dice Ruiz. Utiliza las palabras para construir tu mundo y un mundo mejor para todos.
Con amor,
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Mi abuelo deci: Hablate bonito a tu mente y tu cuerpo de lo agradecera.
Las palabras no se las lleva el viento dejan marcas muy profundas.
Wow qué gran enseñanza te dejó tu Abuelo!!! Gracias por tu comentario Yomayra, fuerte abrazo!!