Cómo muchos encontré el Coaching buscando algo…

Transitando mi experiencia de vida, sin mucha dirección ni mucha idea, fui percibiendo pequeñas señales que, a lo largo de los años, me permitieron armar él PARA QUE estaba en este mundo. No fue sencillo ya que me llevó dejar atrás muchas cosas, personas, hábitos, pero sabía dentro mío que era el camino adecuado. Algo de mí (sin saber mucho de que se trataba) me acompañó siempre un profundo sentido de estar con el otro y ayudarlo a estar mejor. El bienestar en todas las áreas genera felicidad.

Generar el equilibrio es el arte.

Entonces me puse manos a la obra y decidí formarme para acompañar esas búsquedas de felicidad. Suena lindo y de hecho lo es, en cuánto al camino es un poco más empinado de lo que creía debo reconocer. Con experiencias académicas anteriores entendí que la carrera más compleja es la de conocernos a nosotros mismos. Así también, es la que más satisfacciones me da día a día. Atravesando zonas oscuras, bajas, dolorosas algo de mi fue encontrando el sentido a toda esta experiencia terrenal. Maravillosa, es la palabra más adecuada.

“Por difícil que sea creerlo, nada viene a destruirte sino a transformarte”

Llegó la sanación de aquellas heridas de la infancia, algunas están curándose aún y otras son una cicatriz cómo recordatorio de lo que aprendí de esa vivencia. Siempre podemos encontrar alivio dentro de nosotros, pero primero, debemos sacar ese dolor para hacer lugar a cosas nuevas y reparadoras. Algo de mí sabía esto de manera inconsciente. Traerlo a mi consciente fue un hermoso viaje hacia el interior de mi ser.

Se dice que un Coach puede acompañar lo que transitó, por lo que me declaro lista para acompañar en ese sendero a aquellos que busquen su felicidad en el equilibrio.

“Somos lo que hacemos, mientras buscamos la felicidad”

Nos vemos pronto.

Rita Dalzin – Coach ontológico y vocacional
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