El yoga es la oportunidad perfecta para ser curioso sobre quién eres. (J. Crandell)

Las asanas de equilibrio son aquellas que más nos enseñan acerca de nosotras, son un desafío. Nos ayudan a valorar cómo reaccionamos ante las adversidades de la vida.

La forma en que nos colocamos para realizarla cambia todo lo que vemos y cómo lo vemos. Progresando en nuestra habilidad espacial.

Durante la práctica de asanas de equilibrio, el cerebelo se ve estimulado y sus habilidades se desarrollan.

Nos prepara para todo lo nuevo, desprendiéndonos de aquello que ya no es válido. Las asanas de equilibrio son el “balance”.

Creemos tener la capacidad de dominar nuestro cuerpo. Sin embargo, al intentar colocarlo en equilibrio la base que conocemos desaparece y nos enfrentamos con reto, muchas veces algo complicado de llevar a cabo de manera satisfactoria.

Pueden crear en un principio cierto desasosiego, algo de nerviosismo e incluso frustración.

Con un poco de aceptación y bastante práctica logramos que estas sensaciones desaparezcan y nos rendimos antes sus beneficios.

BENEFICIOS FÍSICOS

Para empezar el beneficio más grande es justamente practicar el equilibrio.

A medida que avanzamos en edad empezamos a tener problemas en el equilibrio que suele alterar la marcha (sobre todo en las mujeres después de la menopausia).

La alteración de la marcha trae como consecuencia directa un mayor número de caídas y como contrapartida una disminución en la calidad de vida.

*Aporta seguridad

*Fortalece la musculatura

*Aumenta la concentración

*Normaliza la circulación sanguínea

*Alivia los dolores del cuerpo

*Fortalecen la columna vertebral

*Ayuda a bajar de peso

*Normaliza el funcionamiento de los órganos

*Evita estreñimiento

*Alivia dolores de espalda

*Aumenta el grado de percepción de nuestra postura y de nuestro cuerpo en el espacio.

*Fortalece nuestras piernas

BENEFICIOS EMOCIONALES

Los equilibrios además son importantes no sólo para el cuerpo y la mente, sino para llevar ese «equilibrio» fuera de la esterilla, en la vida real.

Nos volvemos menos susceptible a reaccionar de forma precipitada y reactiva, lo que va íntimamente relacionado con un menor estrés y ansiedad. El equilibrio estará por encima.

Mejora nuestra capacidad de concentración, coordinación y aumenta nuestro grado de consciencia, al tener que llevar foco y atención plena.

Aportan estabilidad, tranquilidad y concentración
Nos permite afrontar el día a día con ecuanimidad y calma.
Nos ayuda a prepararnos para los pranayamas y las meditaciones
Llevan la calma hacia nuestros impulsos nerviosos, pensamientos y emociones.
Elevan nuestra consciencia corporal, permitiéndole al cuerpo físico alinearse, y utilizar de manera correcta la biomecánica, manteniendo y ajustando la postura. Distribuyendo el peso.
Nos preparan para mantener la calma en el día a día, Aprendemos a controlar nuestra reacción para entrenar la respuesta razonada frente a los momentos críticos del día a día.

MEJORAR LA GESTIÓN EMOCIONAL CON LOS EQUILIBRIOS

Practicar el equilibrio nos enseña como equilibrar nuestras emociones, por ejemplo:

*la frustración (pues tengo que superar que tenga que fallar muchas veces hasta conseguirlo)

*la ira (puedo sentir enfado hasta conseguir poder llegar a realizar la postura)

*el miedo o la ansiedad cuando cambiamos la base de nuestro cuerpo (muchas personas sufren lo que se llama inseguridad gravitacional).

* la tristeza o angustia si tardo mucho en conseguirlo.

*la alegría y la sorpresa cuando lo logramos

Esas son las mejores enseñanzas, la gestión emocional desde nuestro cuerpo hacia nuestro interior y de nuestro interior hacia nuestro exterior.

PRACTICAR CON SEGURIDAD

Utilizar pared y otro tipo de soportes, como por ejemplo una silla, son muy recomendable para entrenar las asanas con seguridad.

Es vital siempre llevar mucha atención a lo que vamos sintiendo y comenzar con asanas de equilibrio más simples.

Además, podemos:

Balancear con una sola pierna en una superficie firme y nivelada.
Mantener la mirada en un punto.
Flexionar ambas rodillas antes de levantar una pierna.
Mantener las manos a los lados, como un equilibrista.
Mantener la vista fija en un punto.
Practicar siempre de los dos lados (por mucho que de un lado nos cueste más).

TRUCOS PARA LOS EQUILIBRIOS EN YOGA

Practicar de manera habitual y con constancia
Formar una base firme (recordamos que una asanas siempre comienza en los pies y en las manos).
Mantener la respiración fluida, amplia y fácil. Sin bloqueos, sin retenciones.
Mantener una atención plena.
Centrarnos en la alineación*, la fuerza y la atención y la intención.

*La alineación del cuerpo con la gravedad es crucial; ya que hace que el equilibrio sea físicamente posible.

EJEMPLOS DE ASANAS DE EQUILIBRIO

Es importante saber que antes de practicar esta secuencia de asanas hay que hacer una serie normal de calentamiento para preparar bien nuestro cuerpo y finalizar con una buena relajación para que nuestro sistema nervioso vuelva a la calma.

Es importante entrenar las asanas en la pared, en la silla para hacer una práctica segura y de calidad.