Sobre Belén

Me permití sentir, reír, llorar, conocerme, CONECTAR. Empecé a VIVIR en lugar de MALVIVIR. Apenas conocía el yoga, pero poco a poco fue impactando cada vez más en mí. Hasta que llegué a la India y supe que había llegado a mi hogar. Allí me formé en ashtanga vinyasa yoga, meditación, budismo, filosofía del yoga, pranayama…unas herramientas que me permitieron limpiar profundamente, sanar heridas y, sobre todo, descubrirme. No fue un proceso fácil, pero de lo más revelador. Eso y convertirme en madre.

Con la maternidad llegó otro proceso muy distinto: mi vuelta a España, una mastitis que se complicó por el COVID (casi pierdo el pecho) y tres semanas de retiro espiritual forzado en el hospital, separada de mi hija casi recién nacida y sin poder ver a nadie. A veces, hay que caer en lo más profundo para ESCUCHAR lo que la vida te quiere decir y tú te niegas a oirlo. Había tanto ruido en mi vida, que el universo me regaló un tiempo donde aclarar mis ideas y poner en práctica todas estas herramientas que había aprendido. Y ahí es donde se fraguó LLÉNATE DE PRANA. Encontré mi misión de vida: enseñar a RESPIRAR.

Y así, después de una larga recuperación, empecé a formarme en pranayama y técnicas de breathwork. Lo vi clarísimo ¡este era el camino! Todo comienza con la RESPIRACIÓN: inhalamos al llegar al mundo y nos despedimos con la última exhalación. Cómo respiramos impacta directamente en nuestra calidad de vida. Somos la única especie que ha desaprendido a respirar correctamente.

El estrés nos ha llevado a respirar de manera superficial, irregular, lo que afecta a nuestro sistema digestivo, nuestro corazón y desencadena diversas enfermedades. ¿Alguna vez habéis observado cómo respiráis cuando estáis de mal humor? ¿Y cuándo estáis estresados por algo? Si os detenéis unos segundos, veréis cómo la respiración es entrecortada, muy superficial y, en la mayoría de los casos, dejamos de respirar. ¡Sí directamente NO RESPIRAMOS! Por el contrario, cuando estamos en un entorno en el que nos encontramos en calma, protegidos, enraizados, conectados con todo lo que nos rodea, la respiración se funde con la NATURALEZA, con el UNIVERSO.

Es casi imperceptible, sutil, fluida, armoniosa. Y nos sentimos parte del TODO. En mis sesiones te enseño a servirte de esta herramienta tan poderosa para hacerla tu mejor aliada. Aprenderás a activar, estimular o calmar y equilibrar nuestro sistema nervioso. La respiración se convertirá en tu anclaje para encontrarte y descubrirte, escuchando las vibraciones del ALMA.