La empatía
La empatía, podría definirse como una emoción natural a través de la cual, durante un período de tiempo, nos olvidamos de uno mismo para comprender las emociones de la otra persona.
Escuchando, atendiendo y comprendiendo a los demás, construimos relaciones sólidas y reconfortantes.
Haciendo una escucha activa, conseguimos comprender lo que nos quiere decir la otra persona y, de ese modo, podemos ayudarle. No es necesario darle consejos, simplemente con que se sienta escuchado, ya hacemos mucho.
La gente necesita expresar sus emociones y sentimientos, lo que pasa que a día de hoy la gente no escucha, ni se para a prestar atención y, muchas veces, juzga sin conocer.
La empatía es una emoción, que podemos trabajar para fortalecerla y mejorarla. Ello se consigue prestando atención a lo que dice la otra persona, tanto con palabras, como con lenguaje no verbal.
A todos nos gusta sentirnos escuchados, comprendidos o, por lo menos, respetados. Empatando con los demás creamos un vínculo muy sólido.
En todo tipo de relaciones sociales, la empatía, es fundamental, pero en las relaciones de pareja es primordial. La empatía podría ser sinónimo de amor.
Cuando amas, en cualquiera de sus facetas, te preocupas por el otro, pasando tus intereses a un segundo plano, que no quiere decir que los abandones, simplemente los apartas el tiempo necesario para poder comprender las inquietudes de la otra persona.
Empatizando conseguiremos una conexión emocional con el otro y alcanzaremos un grado de comprensión muy elevado, lo que ayudará a afianzar la relación.
Empatizar con alguien, no quiere decir que debamos darle la razón o estar de acuerdo con todo lo que la otra persona piensa. Tampoco se trata de darle consejos ni hacer juicios de valor. Ser empático es escuchar, comprender las circunstancias que han llevado a la otra persona a ser como es y a pensar de determinada manera.
Empatizar no se trata sólo de comprender lo que nos quiere transmitir la otra persona, se trata de comprenderla a ella.
«Cuandonla gente hable, escucha completamente. La mayoría de la gente nunca escucha». Ernesto Hemingway.
Tenemos dos oídos para escuchar y una boca para hablar, quizás quiera decir que debemos escuchar más que hablar. Buen artículo