La vida es ahora

Si estás leyendo estas palabras, puede que, dentro de ti, exista algo que se mueve por dentro. Algo que te sacude, que te impulsa a buscar respuestas. Te mueve a la acción. Significa que tu conciencia está despertando. Es una excelente noticia.

Tu mente puede estar todo el día hablándote, diciéndote lo que está bien o no está bien. No debes escucharla, ya que la mente, no entiende de conciencia. La mente solo sabe de pensamientos, ideas, conceptos, palabras, noticias. Pero no sabe nada de la verdadera felicidad.

Por eso te propongo, aunque que te parezca una sugerencia sin sentido, “aquietes tu mente”.

Toda tu vida te han dicho: piensa en tu futuro, en tu trabajo. Piensa en lo que vas a hacer, piensa en lo que vas a estudiar. Piensa, piensa, piensa…

 Nos hemos vuelto unos adictos a los pensamientos, y nos parece imposible dejar de pensar.

Te metes tanto en los pensamientos, que crees que eres lo que piensas. Nos identificamos tanto con los pensamientos, que no podemos profundizar en nuestro propio interior, para intentar conocernos.

Desde pequeños, nos han ensañado a pensar. Nos han llenado la vida de creencias, de pensamientos. Es decir, de pasado.

Tu mente ha conseguido que estés dominado, por cada idea que pasa por ella. Por cada juicio. Por cada interpretación de lo que vemos y escuchamos.

Si alguien nos pregunta ¿Quién eres? Responderemos de acuerdo con nuestros pensamientos. Con nuestra historia personal, que ha determinado lo que puedes o no hacer.

Nos han impuesto una forma de vivir ajustada a esas creencias. Nuestra historia queda reducida a esas creencias e interpretaciones. Por los pensamientos. Aquí, nuestro verdadero ser ha desaparecido oculto, por nuestro yo mental. Creado artificialmente desde el exterior.  

Piensa que, si habrías nacido en otra cultura, nuestra historia personal sería diferente. Si nuestra mente “egóica” dirige nuestra vida. Solo estaremos bien en breves momentos. Cuando el ego consigue lo que quiere. Pasado algo de tiempo, el ego tendrá que buscar algo nuevo, para sentirse bien.

Este yo mental, vive movido por nuestro ego. Vive continuamente insatisfecho, haciéndote sentir que siempre te falta algo. Debido a esta historia de insatisfacción que nos cuenta el ego, nunca estamos satisfechos. Siempre queremos más de lo que tenemos. El ego nos hace vivir en el pasado y en el futuro. Te priva del único sitio que se vive la vida.  El presente.

El ego y la mente nos han generado una conciencia de los objetos. Todo se transforma en objeto a conseguir. Siempre estamos disconformes con lo que somos y queremos algo más.

Desde afuera se nos marca cómo debemos ser, qué ropa debemos llevar, qué tenemos que comprar. En este estado de la conciencia, dominado por los pensamientos, el tiempo es fundamental. Nos marcan las horas, los minutos, segundos que faltan para una u otra cosa. Nos hacen creer que la vida está creada por sucesos, que ocurren en el tiempo.

Reflexiona cuándo vives. Te darás cuenta de que solo vives ahora. La vida solo es ahora.

Este momento eres tú leyendo estas líneas, vinculándote o no con lo que escribo. Darte cuenta de tu postura corporal, tu respiración, los sonidos que te rodean, etc. Todas estas percepciones te hacen darte cuenta, que estás vivo y las percibes ahora.

Hay otra vida dentro de ti, pero no la dejas aflorar. Te invito que mientras leas estas líneas, dejes de pensar en tus obligaciones. En lo que tienes que hacer, en tu agenda, en tus problemas. Simplemente deja que tu ser interior fluya. Intenta aquietar la mente e instálate en el presente.

La mente te seguirá bombardeando con pensamientos.  Obsérvalos desde la distancia y déjalos pasar.

Poco a poco puedes ir profundizando y encontrar tu propio ser interior. Esa sensación de estar conectado con el momento presente y con la vida.

El ego siempre se va a posicionar en contra de todo, si dejas que esta situación te domine, serás tu propio enemigo.

Esta nueva relación con la vida, cuando empecemos a profundizar y a conocernos, será muy diferente a la que está dominada por el ego.

El yo profundo que hay dentro de nosotros, no necesita del pasado ni del futuro para completarse, porque ya está completo. El yo profundo no se resiste a la vida, solo valora que lo importante es el aquí y el ahora.

Cuando te relacionas con el presente con nuestro yo profundo, te alineas con la vida. Cada tarea es más eficaz, ya que surge por una acción positiva y no por la negatividad.

    Te puedes preguntar cuánto tiempo necesito para el cambio, cuantos años debo practicar para logarlo. Te puedo decir que la transformación de la conciencia no lleva tiempo. El ego te va a hacer ver que no es posible, y que debes esperar el futuro para el cambio.

    No es así. Esta transformación no es en un futuro. La puedes hacer desde este momento. Es en el presente.

     Acepta cada momento del presente como si lo hubieras elegido. Acéptalo y no te resistas. Busca alinearte con el presente.

    El gran cambio de conciencia ocurre, cuando te liberas del dominio del pensamiento. El pensamiento no te domina. No te dice quién eres, ni qué debes hacer. Te sueltas de esas historias que el ego nos ha hecho creer. Todas las creencias que nos han condicionado a lo largo de nuestra vida. Nos transformamos en personas que no interpretan ni tampoco juzgan.

    Puedes empezar a realizar tareas, sin estar pensando en el futuro ni en el pasado. Centrado en las tareas habituales. Encontrar ese espacio interior que es para ti y solo tuyo.

    Esta liberación del pensamiento y del ego, hace que no nos juzguemos. Que tampoco juzguemos a los demás.  La relación con las demás personas mejora considerablemente, no etiquetando a nadie.

    Cuando miramos a un niño pequeño o a una mascota, nos gusta esa mirada. Sabemos que no nos juzga. Nos ven con esa mirada libre de pensamientos impuestos.

    Darnos cuenta, que no tratamos de anular nuestro pensamiento, ya que la mente y los pensamientos, son herramientas muy poderosas que necesitamos. Cuando trabajamos, estudiamos o resolviendo algo. El equilibrio está en que la mente no nos domine. Tener la capacidad de poder ir más allá del pensamiento.

    Muchas personas buscan cambiar el mundo. El cambio comienza en el interior de cada persona. Reconectar con nosotros mismos.

    Dejar de pensar constantemente. Todo lo demás ira fluyendo por sí mismo.

    Vanessa Martín Ardanaz

    2 Comentarios

    1. David

      Un artículo muy bonito, te hace darte cuenta de muchas cosas y te hace reflexionar.

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      • Vanessa

        Muchas gracias! Cuesta darse cuenta y tomar presencia del aquí y ahora.
        Cuando nos damos cuenta de ello todo fluye mejor ?

        Responder

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