La Llave
¿Conoces a alguien magnífico que lo haya logrado de un día para el otro? ¿Alguien que no haya tenido miedo al avanzar? ¿Alguien que solo despertó y tenía todo el camino andado? ¿Que no perdió o dejó nada atrás? ¿Qué no haya despertados amores y odios en su camino a cumplir sus objetivos? ¿Alguien a quién le dijeron cuál era la llave correcta, el camino más adecuado o la mejor decisión?
Hermoso sería, ¿no? ¿Pero cuanta gloria tendría un camino sin obstáculos?
Que hubiera pasado si a Neo en la Matrix le hubieran dicho: «Tomate la pastilla azul y seguí viviendo así» o si a Martín Luther King le decían: «no les digas nada, hacé tu vida y no te metas». Wow, que distinto sería todo. Ya que en la ficción como en la vida, de saltos está hecha la gloria.
Algunos dejaron la vida, la familia, la libertad, el amor de su vida por cumplir sus objetivos.
¿Qué tenés que dejar vos para ser feliz?
El creer en vos es la llave. Todos tenemos miedo de avanzar con algo, de preguntar, de intentarlo siquiera. El vivir como valientes y cobardes tiene una pequeña gran diferencia: El valiente se queda y lo intenta. Ambos tienen los mismos problemas, limitaciones y miedos, pero hacer algo en busca de un cambio es mejor que nada.
«Un gramo de acción pesa más que toneladas de intención»
¿Cómo? Cambia una rutina, algo pequeño. Un horario, una costumbre, el tipo de libro que solés leer, los lugares a dónde vas a distraerte, comer…
Un pequeño cambio hace que tu cerebro genere nuevas conexiones que fomentan otras y así…
Empezá en cualquier momento y por poco que parezca anótalo diariamente. Una sola cosa está bien, si hay más cosas que hiciste de manera diferente mejor… Vas a ver que a fin de mes tenes un listado de pequeños cambios y lo mejor de esto…
… es que vas a sentir que no sos la misma persona que comenzó a anotar.
Intentalo y disfrutá el proceso de conocerte. La llave sos siempre vos. Conocete, es la mejor inversión.
Coach ontológico y vocacional
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