“NO ME SIENTO CAPAZ” 

Generalmente la confianza en nosotros se ve golpeada desde la infancia. Luego de adultos empezamos a preguntarnos que pasó en realidad… 

Empezamos a recordar y a traer cosas del pasado. Pero como nuestro interior es una enorme tela de araña (me encanta decirlo así ya que me es muy gráfico) no hay forma de traer algún recuerdo sin que otro sea arrastrado hasta la conciencia de hoy. 

En mi caso mis padres fueron mi primer blanco: “ellos no me motivaban” “ellos no me decían ¡“Que lindo cuaderno!” “ellos no me abrazaron lo suficiente” “ellos no me hablaron de manera mas clara…” Y de esta forma, cada uno de nosotros puede hacer un listado mas o menos extenso para contar (o justificar) porque somos lo que somos hoy. 

En un principio es un alivio y reconforta el hecho de tener un culpable de mi forma de ser hoy (en mi caso dos, mis padres) pero luego llega el momento de elegir: puedo seguir culpándolos o puedo hacerme cargo de que repetirme esas excusas disfrazadas de explicaciones, solo me ayudan a permanecer en una realidad que hoy me limita. 

¿Cuántas cosas harías si te sintieras capaz? 

El truco es vencer estas barreras que hace años mantenemos en pie ya que si puedo poner una excusa que sirva, puedo hacerlo siempre. Entonces siempre tendré la misma respuesta para cada cosa que no termine o empiece algo que quiero, que me hace feliz: NO PUEDO. 

¿Cómo lo hacen otros? 

Todas las personas que concretan sus objetivos tienen algo en común: creen en sí mismas. No desde una actitud hacia afuera sino desde adentro. Saben que se pueden equivocar, que pueden perder algo, que tienen miedo… Pero también saben que van a aprender de ese error y que pueden volver a intentarlo con mas sabiduría, mas fuerza y con mas pasión. 

“Si yo lo rompí, yo lo arreglo” 

Esa es la actitud de una persona que puede reconocer de dónde viene pero no se va a agarrar de eso para no lograr lo que realmente quiere en la vida. 

Para empezar no tiene que ser perfecto, sin miedos o rápido sino que debemos tomar la decisión de que nuestra baja confianza en nosotros mismos no va a ser lo que haga que dejemos nuestros sueños, deseos, proyectos o pasiones para la próxima vida. 

Entones… 

Tomar la decisión de creer en vos es el primer paso, luego lo trabajas y así se fortalece la confianza derribando las limitaciones que hasta ahora te alejaron de cumplir con tus metas. 

Se puede, se alcanza, se trabaja. Tengo las habilidades para acompañarte en este viaje de ida. Lo hice en mí, lo haremos juntos. 

Un abrazo. 

Rita Dalzin

Coach ontológico y vocacional
+5491165421046

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