Para mí, la cúspide de la condición humana es la frugalidad y la eficacia. Frugalidad es evitar la exageración, eficacia es hacer las cosas de manera contundente y directa”. – Carlos Castaneda

El mundo se ha transformado a una velocidad increíble desde que la tecnología llegó hasta nosotr@s. La velocidad ha hecho que profundicemos menos e interpretemos más. Y la interpretación ha hecho que la exageración esté presente en un mundo convulso, cambiante y nuevo.

La exageración conlleva que esa mente capaz de subir tan deprisa tenga la capacidad de bajar en picado para entrar de golpe en la infravaloración.

Este desequilibrio se aleja de la salud y ahí es donde reconozco las palabras de Castañeda. 

Una mente capaz de evitar la exageración es una mente incapaz de infravalorar y desde ese lugar desaparece la insatisfacción que justifica el peor de nuestros actos.

Tanto camino recorrido para perdernos en nuestras propias palabras, en actos llevados mucho más allá de nosotros mismos, en pensamientos recurrentes que buscan que las cosas hubieran podido ser de otra manera.

    Y no, no hay otra manera distinta de la que fue, no hay palabras diferentes de las ya dichas, no hay formas de cerrar más allá de las heridas que fueron grietas.

    Y todo ¿por qué?, ¿para qué?. Para justificar al gran ego de tener razón, para alimentar al ser que devora sin contemplaciones porque no hemos sido capaces de equilibrar la forma del acto para que fuera corto y preciso.

    La eficacia de nuestras mentes depende del cuidado constante y diario de no permitirnos subir ni bajar. 

    Entre un punto y el otro existe una gran gama de posibilidades.

    Hablar

    Pensar

    Reir

    Soñar

    Correr

    Jugar

    Amar

    Corto. Todo corto. Sin ataduras mentales que den vueltas. Sin alargar el conflicto. Sin estrechar el espacio.

    La eficacia es parte del instante y el instante es precisión corta que entra y abre para dar espacio a la gran luz que hay más allá de la mente.

    Ahí donde está la luz la mente ha sido acallada, traspasada, olvidada.

    Seamos humanos, vivamos con frugalidad, seamos eficaces, seamos sinceros, seamos espontáneos. Simplemente seamos.

    Inma Ibáñez

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