¿Estás usando tu PODER?
Todos tenemos un PODER PERSONAL maravilloso que nos hace únicos. Nos posiciona como capitanes de la embarcación. Nos permite orientar nuestro rumbo y cambiarlo cada vez que lo creamos necesario. Somos seres libres en tanto y en cuanto, elegimos qué pensar y qué sentir. Ser libres es elegir qué mirada tener frente a la vida y qué actitud tomar frente a cada situación.
¿Te has puesto a pensar en qué momentos cedes inconscientemente ese poder? Cada vez que te sitúas en el rol de víctima y evitas tomar el control haciéndote cargo. Vamos a ver algunos de los muchos ejemplos: Cada vez que crees que alguien hiere tus sentimientos. Cada vez que te tomas las cosas personalmente. Cuando sientes que el otro es injusto (desagradecido, irrespetuoso, poco considerado o egoísta). Cuando te preocupa en exceso lo que los otros piensan de tí. Cada vez que derrochas tu energía preocupado por lo que otro “te” hizo. En cada uno de estos ejemplos HAS PERDIDO. Has perdido tu poder y tu centro. Lo estás cediendo cuando no perdonas y crees que lastimas al otro pero el único dañado eres tú (y sólo recuperas tu poder cuando te liberas de esa carga).
Mi propuesta para viajar más liviano es soltar las creencias que te limitan, ocuparte de tus propios asuntos (de tu propia evolución y aprendizaje), aceptar que el otro piense, exprese y sienta lo que quiera (porque es su propio asunto que tendrá que resolver o no) y EMPODERARTE. Es un buen desafío para empezar a cambiar lo único que puede ser cambiado: UNO MISMO.
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