Resiliente
Una de las palabras que me definen es ésta: Resiliente. Hay muchas definiciones e interpretaciones para esta palabra de diez letras. Pero me gusta decir que es la capacidad que tiene una persona de no sólo sobreponerse a circunstancias adversas o poco felices, sino que también es capaz de tomar el aprendizaje de ello.
Si ser resiliente «se hace o se nace» es algo que puede tener opiniones de ambos lados, y la balanza estaría en constante desequilibrio. No nos pondríamos de acuerdo. Entonces, voy a proponer que ser resiliente nace de ambas posibilidades.
A lo largo de mi vida me ha tocado transitar varias experiencias. Muchas han sido realmente pruebas que me puso la vida. Y siempre me pregunté de dónde salía esa fuerza que me impulsaba a seguir, a pesar del dolor, de la tristeza, de la desesperanza. Hay quienes pueden atribuir esto a algo religioso, o místico. Yo siento que es algo que no veo, pero que sin dudas está conectado a mi alma. Es energía, magia, sincronicidad, es infinitud.
Insospechada fortaleza
Todos tenemos esa insospechada fuerza que emerge cuando nos encontramos ante algún «problema» o algún hecho triste. No sabemos de dónde viene. Como decía, puede atribuirse a algo religioso, místico, cósmico. Pero de donde sin dudas emerge es desde dentro de nuestro ser.
Sino recuerda. Siéntate por un momento. Cierra los ojos y recuerda algún episodio «difícil» de tu vida. Recuerda lo que pensaste en ese momento. Quizás veías todo «negro», y pensabas que no ibas a lograr salir de eso. Recuerda cuáles eran las sensaciones en tu cuerpo, los pensamientos que rondaban en tu mente, las cosas que hacías y decías. Quienes te rodeaban. Finalmente, rememora ese momento en que dijiste: «Ya está, ya pasó».
Ahora reflexiona, ¿Qué aprendizaje obtuviste de esa experiencia? ¿De dónde piensas que salió esa fortaleza? ¿Qué recursos usaste en ese momento que no sabías que tenías? ¿Qué diferencia percibes entre esa persona que eras en ese momento y la que eres hoy? Si hoy te volviera a ocurrir algo parecido ¿Te sientes preparado/a para afrontarlo de otra manera?
Cómo afrontar circunstancias adversas
Algo que puedes hacer es buscar una red de contención, entre tus seres más queridos, de confianza. Hablar y pedir ayuda si la necesitas no debería causarte ni vergüenza ni retracción. Utiliza el ejercicio del apartado anterior, recuerda que has logrado salir otras veces de hechos parecidos o no, pero sí has logrado superarte y crecer. Este no es el final ni mucho menos.
Entiende que la vida no es lineal, está llena de momentos en los que puedes sentir que tocas el cielo con las manos y otros en los que piensas que nada va a mejorar. Tan sólo enfócate en el presente, en este aquí y ahora perfecto que tienes frente a vos. Enfrenta la situación con la entereza y fuerza que sabes que tienes. El cambio y la impermanencia son parte de la vida.
Mantén una perspectiva y una actitud positiva, busca en tu interior aquellos recursos que pueden serte útiles. Si te conoces lo suficiente y reconoces tu poder, es algo que cada vez te va a costar menos. Toma las decisiones que creas necesarias, establece tus límites y ve por tus metas. Pero por sobre todo, no alimentes esa voz «negativa» o pesimista que siempre aparece. Cuando te des cuenta de que entras en ese «rumiar» mental, sácate de ahí y llévate hacia pensamientos que te abran posibilidades.
«Es necesario morir para volver a renacer…tantas veces como sea necesario»
Una de las figuras que también he adoptado -y que utilizo en mi logo- , con la que me siento plenamente identificada es la del Ave Fénix. En la mitología griega, el Fénix es un ave de larga vida que se regenera de las cenizas de su predecesor. A veces pretendemos solucionar o dirigir nuestra vida con las mismas ideas y creencias que nos acompañan desde siempre.
Hay algo que tenemos que entender: estamos en evolución constante. El minuto que acaba de concluir ya es pasado. Y no podemos pretender solucionar problemas o afrontarlos de la misma manera en la que lo hacemos siempre. Sobre todo, si hasta ahora no nos ha dado resultados favorables.
Por eso, es sumamente necesario dejar morir todas esas versiones nuestras que no nos han sido posibilitantes, tantas veces como sea necesario. Se trata de dejar morir todo aquello que no nos suma, aquello que nos «tira hacia atrás», y que no nos deja avanzar. Morir tantas veces como sea necesario. Para renacer de nuestras propias cenizas y levantar el vuelo con más fuerza aún. Porque al Ave Fénix no le importa morir…le importa volver.
Con amor
#poradultossanosemocionalmente
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Que gran tema abordaste!!
Admiro esa actitud en las personas. Esa fortaleza que sale del interior cuando todo parece perdido.
Gracias por compartirlo. Es de mucha utilidad para tod@s los que en algunos momentos nos sentimos así.
Gracias también por las preguntas que pueden ayudarnos a salir de nuestra mente cuando creemos que no podemos.
Muchas gracias por tu comentario. Me reconforta saber que es de utilidad, abrazo!!