Sentada en mi silencio
Sentada en mi silencio, dejándome abrazar por la calma,
y respirándome junto a Dios,
contemplo cuál aves surcando el cielo,
cuál aroma destilado por un jardín lleno de blancas azucenas,
que al fundirse con el viento se deja mecer en el espacio,
pensamientos que me sobrevuelan.
Y en la paz de mi presencia desaparecen,
Nada en mí les sostiene,
nada en mí desea seguirles
Solo hay calma, permiso, amor…
Sentada en mi silencio, dejándome latir por el corazón del cielo
Y respirándome junto a Dios,
dejo de ser pequeña y me extiendo siendo inmensa.
No hay mirada hacia atrás,
el pasado quedó perdonado
no hay mirada hacia adelante
el futuro quedó perdonado también.
Solo existe este instante en el que danzar, fluir, crear…respirando la eternidad y viviendo lo infinito junto a Dios.
0 comentarios