¿Sabemos cuidar nuestra salud emocional?

La respuesta en muchos casos es no. Sintiéndolo mucho, pero es así. De hecho, en muchos casos enfermamos a causa de una mala gestión emocional. Es por ello que acudimos a especialistas a que nos ayuden a sanar después de una mala época, en la que la falta de gestión emocional nos lleva a la enfermedad o trastorno mental.

En la visión Védica (filosofía del Yoga), observamos las emociones desde un punto en concreto. Desde las GUNAS. Las tres Gunas son: sattva, rajas y tamas que son las cualidades principales de la naturaleza que unen el alma al cuerpo. Son las energías del universo. Son cualidades que vienen dadas al nacer y que no se eligen. Las Gunas están presentes en todo; humanos, comida, objetos animados e innatos.

SATTVA: se manifiesta como pureza, conocimiento y armonía. Es la calidad de la bondad, la alegría, la satisfacción, y la nobleza. Está libre de miedo, violencia, ira y malicia. La calidad sáttvica es pura y tolerante. Es la Guna que la gente quiere aumentar para alcanzar el estado de Samadhi o Liberación. Para aumentar esta cualidad, devemos rebajar la cantidad de las otras dos Gunas en nuestra mente/cuerpo.

RAJAS: se representa a sí mismo por pasión, acción, energía y movimiento. Rajas se caracteriza por un sentimiento de apego, un anhelo de satisfacción y deseo. Rajas es actividad en exceso, extroversiónejecución, nos empuja a querer controlar y a gobernar.

TAMAS: se manifiesta como impureza, pereza y oscuridad. Es la consecuencia de la ignorancia y evita que todos los seres vean la realidad. Nos conecta con las raices, con la tierra y el sustento, pero desde la quietud y la falta de movimientos.

Mientras seamos influenciados por cualquiera de las tres Gunas, seguiremos esclavizados por Maya (LA ILUSIÓN). Para alcanzar el Samadhi o la Iluminación, el primer paso es aumentar sattva y disminuir rajas y tamas. A continuación, el objetivo final es liberarse de las 3 Gunas y ver la realidad más allá de Maya. Sería trascenderlas.

Todos tenemos estas tres cualidades en nuestro cuerpo y en nuestra mente. De la mezcla de estas tres, nace nuestra TRIGUNA y NUESTRO BIOTIPO o DOSHA. Básicamente esto hace referencia a las características que tiene un ser vivo y que lo llevan a ser considerado modelo dentro de su especie o raza. Tenemos tres Doshas, que son:

VATA (AIRE Y ÉTER)

  • Personalidad hiperactiva e inquieta. De poco dormir y cambios de humor frecuentes.
  • Con gran entusiasmo, curiosidad y creatividad.
  • Muy sociable.

PITTA (FUEGO Y AGUA)

  • Detallista, perfeccionista, desarrolla un pensamiento lógico y preciso. Muy mentales y activos.
  • Tendencia a la irritabilidad, impaciencia y a ser selectivo con las amistades.
  • Tono de voz alto y agudo. Se expresa de manera directa y clara.

KAPHA (AGUA Y TIERRA)

  • Bajo nivel de energía y tendencia a ser sedentario.
  • Buena memoria a largo plazo, leal y servicial.
  • Tono de voz suave, de hablar pausado, melodioso y lento, con dedicación.

Al igual que sucede con las Gunas, los Doshas también se pueden modificar. El cómo nos relacionemos con nuestras emociones, viene dado de manera natural, pero a través de la conciencia y el conocimiento de nuestro propio funcionamiento mental, podemos conseguir grandes cambios.

El ser humano es un conjunto de referencias. Lidiamos entre dos polaridades de manera inconsciente. Los ME GUSTA/NO ME GUSTA, o lo que llamamos nosotros los RAGA/DWESAS (apegos y aversiones). Cuando emito estos juicios sobre lo que me pasa o me rodea, estoy implicando emociones, y aquí comienzan los problemas…

Cuando alguien me hace algo que no espero… TRAICIÓN

Cuando alguien tiene algo que yo anhelo… ENVIDIA

Cuando no consigues algo que esperabas conseguir… FRUSTACIÓN

Cuando consigo justo lo que quería… ALEGRÍA

La resistencia a NO SENTIR, A NO ACEPTAR, nos producirá más dolor y más reacción. El primer paso como seres conscientes es RECONOCER QUE LAS EMOCIONES SURGEN PORQUE FORMAN PARTE LA NUESTRA NATURALEZA HUMANA. No tenemos elección, las emociones surgen de manera espontánea en nosotros, pero si tenemos libre albedrío sobre como relacionarnos con ellas.

RECONOCER

El no reconocimiento de las emociones nos provocará estancamiento de la emoción. Saber verla es el primer paso para poder gestionarla adecuadamente. Si no sabemos verlas, es probable que tengamos que acudir a terapia para llegar a este punto.

PROCESARLAS Y COMUNICARLAS

A nosotros mismos y al exterior. No debemos negar la realidad. En nuestras manos está saber qué hacer con las emociones que estamos sintiendo. Comunicarlas al exterior con tacto sería el siguiente paso a dar. Buscar cómo hacerlo y con quien, forma parte del proceso de reconocimiento y responsabilidad.

DECIDIR SI LA SIGO ALIMENTANDO O NO

Yo decido si sigo dándole vueltas a la emoción o la suelto. Cuando seguimos alimentando nuestras emociones por un largo tiempo, la emoción deja de ser manejada por el intelecto. El intelecto se desborda, deja de emitir juicios basados en la lógica y enfermamos. Todo nuestro presente se ve contagiado por esa emoción y nuestro mundo se desmorona. Aquí estamos dejando de ser personas racionales y nos volvemos irracionales viviendo una emoción pasada como parte del presente. NO TIENE SENTIDO TOMAR LA DECISIÓN DE SUFRIR POR SUFRIR.

DIRECCIÓN

No podemos culparnos ni culpabilizar a otros. En muchas ocasiones actuamos de una manera dañina por desconocimiento. Hacemos lo que hacemos con las herramientas de las que disponemos. Pero no te conformes!! esto no te puede servir de excusa para seguir dejándote guiar por la mala gestión emocional. Aprende que:

LAS PERSONAS SON COMO SON…

EL PASADO ES COMO ES…

El daño que un día me hicieron es parte del aprendizaje, hoy tú eres así, gracias a él. El pasado no se puede olvidar, pero si podemos sacar provecho de él. Tenemos que lidiar con nuestra humanidad. ¡Ya que sabemos que el intelecto es el responsable de la gestión emocional, vamos a cultivarlo! El intelecto es el que dirige, el que toma las decisiones, el que evalúa y reacciona. Tener claridad, una mente que no se enreda, limpia, disponible para la acción presente. Tenemos que tener una respuesta cognitiva correcta para llevar una vida lo más clara posible. UNA MENTE SATTVICA. ¿Veis? ¡Volvemos al principio de lo que os contaba!

Es nuestra responsabilidad cultivar el intelecto para no caer en la ignorancia. Debemos aprender para poder interpretar y comunicar. Mantener SIEMPRE una escucha filtrada. No todo lo que escuchamos es válido ni nos es de utilidad, ni todo lo que vemos ni todo lo que leemos. Si el intelecto está sano, tomaremos las decisiones correctas en el momento correcto.

«EL HOMBRE SE ELEVA POR LA INTELIGENCIA, PERO NO ES HOMBRE MÁS QUE POR EL CORAZÓN»

NAMASTE

Lu Martinez

Espacio Santosha Shala Yoga

Ahora comienza el Yoga