Los colores de la vida..
“Cuando reduces la vida a blanco y negro, nunca ves arcoíris” Rachel Houston.
Escuché esta frase en un curso al que tuve oportunidad de asistir hace un tiempo, y desde entonces anda dando vueltas por mi cabeza… los colores de la vida…
Qué duda cabe que la vida entera la entendemos a través de los colores, qué duda cabe que somos color antes que luz.
La vida nos envía mensajes en forma de color, dejándonos conmocionándonos desde nuestro interior con el sentir a flor de piel.
Es una manera de conectar con nosotras mismas y con el mundo que nos rodea.
A través del color transmitimos sentimientos, nos expresamos, reivindicamos pensamientos, injusticias. Emitimos mensajes subliminales o explosivos, con ellos nos……… delatamos.
Nuestras vidas están marcadas por el color, a través del color podemos rememorar situaciones. Podemos encontrar el sosiego, o podemos inocularnos actividad.
El color nos aporta placer, nos excita, nos motiva e ilusiona. Nos relaja. A veces, también nos deja a oscuras, la escala de grises nos invade, nos asfixia…
A veces pensamos en verde, quizás por una nueva vida, (la germinación es verde), y también la esperanza.
El verde es comienzo. El verde va hacia arriba, busca la luz. En su andar al verde lo acompaña el marrón, para mí es el cable a tierra, el tronco, las raíces, el marrón es de donde venimos, nuestro origen.
Otras veces pensamos lila, malva o violeta oscuro, hasta lo podemos sentir en alguna parte de nuestro cuerpo.
Son colores que nos calman y a la vez están vinculados a la creatividad, a recibir sensaciones nuevas.
Depende de su matiz estaremos más o menos abiertos a los demás. Lo daremos todo, o lo necesitaremos todo… (que no es lo mismo que no dar).
El amarillo…Para mi puritita felicidad, radiante, sinónimo de sol, brillante poderoso, energético, siempre que estoy felicísima pienso en amarillo! Y siempre que mi alma está gris me visto de amarillo. Tengo un chaqueta color yema de huevo campero que la llevo en mis viajes a lugares donde el sol brilla poco..es como si llevara al sol conmigo.
Qué duda cabe que hay días azules, casi negros. Días de poca esperanza días dónde el mundo parece que quisiera fagocitarnos. Días pesados de gran tristeza, días que nos pesan.
Pero por suerte está la luz, el camino, el futuro, para mí el blanco es el color de la vida, el poder de la vida, la pureza, el alma de un bebé, el color que nos permite maravillarnos ante la vida, la pureza.
La fuerza interior que nos hace movernos, buscarnos, encontrarnos. Nos ayuda a no perdernos, nos guía.
Dicen que el rojo es la pasión. La fuerza, la furia.
Pero a mí me dice más el naranja, ese naranja poderoso, el del atardecer, el de los días de verano frente al mar donde todo es posible con ese color azul-verdoso, casi turquesa, combinación extrema el turquesa y el naranja. Tentación en estado puro.
Luego están los matices…! Benditos matices que nos regulan, qué nos equilibran. Ellos son quizás realmente, los que nos permiten ver los contrastes de la vida y valorar lo que nos rodea.
Nos ayudan a equilibrarnos, a regularnos.
Son los grados con que podemos percibir una situación o una emoción.
Son los matices los que nos permiten vivir saboreando un conjunto armónico e infinito.
Pensemos por un momento si a lo que vemos, vivimos o sentimos le variamos el tono, la intensidad, la luminosidad..
¿Como variaría el significado de esa experiencia o vivencia?
La vida nos ofrece infinitos matices, en ellos radica la esencia de la belleza, de su combinación depende la sutil diferencia de sensaciones.
En el matiz se encuentra la esencia, el punto de armonía y equilibrio de nuestras emociones, actividades, espacios, alimentos, afectos, todo lo que rige nuestra vida.
Así que recuerda nada nunca es blanco o negro…
Cuando dices que para ti las cosas son blancas o negras, ¿no te estás perdiendo el gris con toda su riqueza?
Ahí en realidad radica gran parte de la riqueza de vivir…en los matices.
Un abrazo, GRA
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