PLENOPAUSIA & YOGA
“De estos años depende el resto de nuestras vidas, quizás casi tan larga como la ya vivida” . Sonia Blasco
Este artículo va dedicado a esas diosas que nunca envejecen.
Yo entré en la menopausia sin pista de aterrizaje, todo fue confuso, incomprensible y sentí la necesidad imperiosa de informarme, de hablarlo, de compartirlo.
Como yoguini pensé que tenía herramientas suficientes, pero fue un duro aprendizaje.
Me sorprendió comprobar que en pleno siglo XXl sigue siendo un tema tabú, que pocas mujeres estaban dispuestas a contarme lo que necesitaba saber.
Lo primero que me gustaría compartir con vosotras que la clave es la ACTITUD.
Cómo vamos a decidir vivirla, prepararnos para vivir esta plenopausia…más allá de la menopausia.
EN LA ACTUALIDAD
En nuestra sociedad actual, el proceso de la menopausia es vivido de forma diferente dependiendo del contexto y rol social.
La crisis de la mujer en la menopausia es fundamentalmente debida a una pérdida de identidad.
NUESTRO CUERPO
El cuerpo nos va enviando señales, de alguna manera nos va preparando y dándonos tiempo para que nos vayamos dando cuenta de los cambios.
Estamos preparadas para escucharlo de manera consciente?
Es en la etapa anterior (incluso 10 años antes), en la perimenopausia, cuando el diálogo entre cerebro y ovarios empiezan a perder comunicación, y los cambios hormonales resultan fluctuantes.
Realmente es una etapa donde nos despedimos de un ciclo y recibimos otro.
Como tal, debemos primero de comprender que se producen muchas transformaciones en nuestro cuerpo y en nuestra mente, que darán como resultado cambios en nuestra fisiología y anatomía.
La subida de la temperatura corporal, los sofocos, la agitación, las taquicardias.
Cierta alteración en el sueño, la sequedad vaginal o falta de deseo; acompañado muchas veces con dolores de cabeza, irritabilidad, trastornos en el sueño, por dar un ejemplo de lo más común y característico.
Cambios de humor y/o una sensibilidad, a veces desmedida que, nos hace llorar, más a menudo de lo que quisiéramos.
La lista sigue. Algo tan lejano como la osteoporosis, el riesgo de enfermedades cardiovasculares, la atrofia muscular, la disminución de hormonas, pasan a ser algo próximo, y, a tener en cuenta.
También aparecen síntomas más bien de carácter
bio-psico-social, como la astenia, la inestabilidad, la ansiedad, la angustia, el miedo, incluso la depresión.
NUESTRA SEXUALIDAD
Erróneamente nos han transmitido y creemos que aquí se acaba nuestra vida erótica y sexual.
Mucho dependerá el momento que estés viviendo. Cuál es tu papel dentro de tu círculo social, tu cultura y tus creencias.
La solución no consiste en taparla con terapias hormonales sustitutivas.
Debemos encontrar un nuevo sentido que hilvane nuestra existencia.
ACEPTACIÓN
La aceptación y reconocimiento de que somos mujeres adultas mayores aparece de una forma diferente en cada persona.
Mi recomendación es aprender todo de esta etapa y seguir viviendo plena y conscientemente.
Poniendo especial atención a tu auto-cuidado, físico y emocional.
AGRADECIMIENTO
Me siento muy alejada de los vaivenes hormonales. Lo que me permite enfocarme más y mejor en mis objetivos.
Cada mujer vive los cambios de esta época según su realidad, su familia, su trabajo, sus amistades, pero en general es liberador contar lo que nos está pasando sin tapujos.
Agradecer el poder vivirla, y saber que, seguramente nos queda aún mucho por vivir es maravilloso.
Comprender qué es un milagro experimentarla y que estamos muy vivas!.
ETAPA MARAVILLOSA
Sin duda una buena etapa para empoderarnos, liberarnos de ataduras, de falsas creencias.
Podemos transmitir conocimiento, podemos acompañar, podemos seguir creando.
Porque esa sigue siendo nuestra esencia, podemos ser más amigas de nuestras pares, ya liberadas de la competición.
Podemos pedir aquello que necesitamos, que deseamos, en la cama y fuera de ella.
Tenemos el aplomo para no dejarnos amedrentar y a su vez nuestra posición adquiere un peso especifico que no tenemos necesidad de demostrar. Entonces nos inunda la paz.
PLENOPAUSIA Y YOGA
La práctica habitual hicieron magia en mi cuerpo, le dieron el tiempo y el espacio que necesitaba.
Emergí diferente, más fuerte, más consciente.
Dispuesta a vivir con toda la plenitud imaginable. Utilizando mi potencial que despertó de una manera más vigorosa, como si hubiera estado latente.
La secuencia de asanas, los pranayama, y la meditación nos ayudan a prepararnos para este periodo y para esta nueva etapa de la vida.
Esta disciplina que puede convertirse en una poderosa herramienta, actúa en diferentes niveles, y como tal observaras resultados en tu cuerpo y en tu mente.
El yoga reduce los síntomas de la menopausia, e incrementa la flexibilidad y la elasticidad de nuestro cuerpo, actuando a su vez en la osteoporosis, mejorando la circulación.Ayudando a prevenir enfermedades.
Nos invita a ser más conscientes, a potenciar nuestra auto-imagen. Ayuda en la concentración, en la atención y en otras funciones cognitivas.
También se han demostrado beneficios psicológicos aumentando la energía mental y sentimientos positivo. disminuyendo la agresividad, la ansiedad y la depresión y el estrés.
Aumenta la cantidad hormonal bajando el porcentaje de sofocos y reduciendo los síntomas de insomnio.
Pero lo mejor del yoga no se explica con palabras, se siente al practicarlo y una vez que ocurre el milagro entonces lo llevas contigo siempre!.
Un abrazo Gra
Como siempre te invito a conocerme en, www.yogasohamgraciela.com
Libros Recomendados:
”Las Diosas Nunca Envejecen” Christiane Northrup “Menopausia. Una etapa vital” Dra. Sonia Blasco