Nuestra vida es una memoria. Somos lo que pensamos, actuamos de acuerdo a los pensamientos, y es lo que está en la mente, lo que determina la realidad.
Antes de nacer, se nos programa, los padres recibieron una información de los ancestros; la toman, la extienden y la comparten con nosotros. A esto se le llama el código genético.
El ADN es información y la genética determinará la expresión fenotípica del cuerpo. Esta variará, a medida que se transforma el código genético al superar los traumas, que están grabados en la memoria.
Es así que, la vida que aparentemente observamos, en realidad no es real, es tan solo una proyección imaginaria, un holograma en la mente, proyectado hacia afuera, a través del lente óptico, al que llamamos ojo.
Las memorias
Las memorias son las que determinan cada evento, relación, situación y lugar que aparentemente experimentas. Pero, nada es real, es una fantasía mental. Un guion preestablecido y escrito, para sanar el desequilibrio mental, con la finalidad de calmar la mente, aquietar la fabricación de pensamientos, y retomar el control consciente de la mente y los actos del cuerpo.
Es tu conducta quien determina tu personalidad. Tus pensamientos determinan tu conducta. Todo pensamiento se origina de una memoria y toda memoria es un recuerdo.
Esta es la razón que de acuerdo a como piensas actúas, y actuaras basado en los conceptos y creencias que has almacenado en tu memoria.
Las memorias están en la mente, y es por esto, que desde la mente se busca tener razón. La mente evita ser descubierta y que se ponga fin al juego de la inconsciencia.
En la mente encontrarás 4 memorias, memoria descriptiva y conceptual, memoria emocional, memoria sensorial y la memoria divina.
Memoria descriptiva y conceptual
Esta es la memoria del raciocinio y razonamiento, es la que compara, prejuzga, enjuicia y se queja. Es quien regula todo el sistema nervioso del cuerpo y traduce toda la información procedente de las células y sus memorias.
Es la memoria pensante, quien está constantemente divagando, fantaseando y viajando, sumergida en un estado de ensoñación constante.
Esta es la memoria que controla la proyección de la vida aparente, te mantiene inconsciente, adormecido por las imaginaciones y fantasias, para evitar que vivas en el momento presente.
En esta memoria están almacenados todos los odios, rencores y traumas, están todos tus temores, tus vergüenzas, abandonos, desprecios y humillaciones, así como también están todos los castigos autoimpuestos a lo largo de generaciones. Las famosas maldiciones, que mantienen oculta la depresión.
Esta memoria solo quiere una cosa, quiere muerte, la conoce bien, aquí es donde vive la identidad del ego, el yo superposesivo y destructivo, que solo ansia poder y destrucción.
Memoria emocional
Esta es la memoria hormonal, está relacionada con la química y física de la vida. Los aromas, sabores, imágenes, sensaciones, sonidos, tactos, que percibes del entorno.
Esta memoria será activada por un prejuicio, observas o escuchas, se desencadena una emoción feliz o temerosa, reaccionando con un impulso descontrolado a través del cuerpo.
Esta memoria está nutrida de recuerdos, todos esos recuerdos que han liberado una reacción endodérmica en el cuerpo, y te han producido un estado de euforia o relajación. Soñarás posteriormente repetir la misma situación, anclándote al pasado, para no superar el estado de sueño y tomes consciencia.
Así alimentas los rencores mentales, así das realidad a la ilusión, así la mente en depresión te va llevando a su momento más oscuro, para destruirte y que no corrijas tu error.
Es por eso que emites juicios como: Me duele el corazón, o lo hago de corazón, la mente te llevará a hablar del corazón. El corazón está relacionado con el sistema circulatorio y las hormonas fluyen a través del torrente sanguíneo, aumentando el ritmo cardíaco o desacelerándolo.
Esta es la razón por lo que cuando se realiza gestión emocional, se presta atención a la respiración y al ritmo cardiaco. Para escucharte y reconocer que estas en estado de temor. Te has estresado mentalmente y estas a punto de causarte daño y causar daños a otros. La ira, el odio y la depresión en la mente, están controlando tu experiencia de vida.
Memoria sensorial
La memoria sensorial es la memoria de los sentidos, se percibe a través del cuerpo. La única forma de percibir es estar en el momento presente. El cuerpo siempre está en presente, la mente se mantiene en un estado de divagación constante.
A través de los sentidos percibimos, cambios en el clima, presencia o ausencia de peligros, atracción o no por otros cuerpos, advertimos los depredadores por su olor y energía. Es la memoria instintiva y su propósito es salvaguardar la vida del cuerpo.
Se vive solo por medio del cuerpo, es el único que experimenta la vida. Son las sensaciones las que activan la memoria de la célula nerviosa, enviando la información al cerebro, al sistema nervioso central, para activar una respuesta motora, de acuerdo al juicio en el pensamiento.
Esa es la razón de los cinco sentidos, tacto, gusto, odio, olfato y vista, experimentar la vida y cuidar el cuerpo. El cuerpo está conectado a la memoria divina y a la memoria conceptual. Para comulgar con la memoria divina se mantiene en presente y sirve a la memoria conceptual para la experiencia de la vida material.
Memoria divina
Todo está hecho de átomos. El átomo es energía. La energía es la fuente de toda la creación y Dios es una energía. Dios es una experiencia, mística o divina. Solo puedes experimentar a Dios en el presente, únicamente a través del cuerpo.
Cuando experimentas las sensaciones del cuerpo de forma consciente, sin juicios mentales, aflora la memoria divina. Es una experiencia imposible de explicar con conceptos mentales, ni de forma descriptiva. Las únicas palabras que se te ocurren son, gracias y felicidad absoluta.
Para que esta memoria se active en ti, partes por tomar conciencia, de donde te encuentras en relación con el espacio y tiempo, es decir, te ubicas en el aquí y ahora.
Luego te conviertes en observador consciente, de que estas en un cuerpo, que ocupa un espacio y se ubica en un lugar, en el momento presente.
Aquí es donde inicia el proceso de autocontrol, autoconocimiento y auto observación. Inicias el proceso de sanar la mente y domarla, observando como va y viene al divagar en el mar de pensamientos.
De esta forma, te haces presente, y sientes el cuerpo y la presencia. Esta se incrementará para recordarte quien eres y experimentes tu verdadera realidad.
0 comentarios