Aprende a decir no
Para muchos, este es un aprendizaje pendiente. Pensemos esto: desde pequeños nos han enseñado a actuar poniendo el foco de la mirada en el otro: en sus reacciones, en qué va a pensar sobre nosotros, en su aprobación. Poco hemos aprendido acerca de nuestros sentimientos. No tenemos ese ejercicio de observación sobre uno mismo. Entonces es bastante lógico pensar que nos será difícil anteponer nuestros deseos y necesidades. Estaremos más atentos a la respuesta de los otros que en nuestras propias sensaciones.
Decir no cuando realmente queremos decir no. Este es el desafío personal. Decirlo sin sentir culpa. Decirlo desde una íntima convicción. Decirlo sin auto-justificarnos o disculparnos. Decirlo con certeza interna. Decirlo sin des-decirnos. Practica este arte comunicativo día a día. Ponte al frente y di NO cada vez que tu corazón te lo grite. Dilo cada vez que estés diciendo que si solo para complacer a otros. Este puede ser el comienzo de la puesta en práctica del respeto por ti mismo.
0 comentarios