Danzas afrocubanas: ORISHAS
Las danzas afrocubanas son el resultado del proceso histórico y de transculturación, con el arribo a Cuba de esclavos procedentes de diversas zonas de África durante la colonia española. Una cultura antigua, que se fue adaptando y transformando hasta poco a poco introducirse y constituir junto a la cultura española uno de los dos troncos etnoculturales principales de la nacionalidad cubana.
Estas danzas en su mayoría, son de origen religioso que acompañan rituales de adoración a santos u orishas con diferentes mitos y atributos, que fueron sincretizados en Cuba con los santos católicos. Son de origen lucumíes de la cultura yorubá de Nigeria Occidental. La religión de la Regla de Osha popularmente conocida como santería: posee un panteón enorme de deidades a los cuales se les rinde tributo, pero en el caso de la danza solo se representan las deidades principales.
Cada santo es representado con un vestuario y colores específicos, sus movimientos describen historias y caracterizan al orisha por los poderes que poseen. La música a cargo de los tradicionales tambores batá, es fundamental en la expresividad y velocidad con que se ejecuta la danza, y para cada orisha existen ¨toques¨ específicos. Su ejecución requiere de fuerza, precisión, dramaturgia y se distingue por la gestualidad y expresividad de los movimientos del cuerpo, creando un ambiente sagrado donde confluyen reacciones sensoriales y espirituales.
Elegguá
Se sincretiza con el Santo niño de Atocha, su vestuario se representa con los colores negro y rojo. Es el orisha que abre y cierra los caminos y su nombre significa ¨ El mensajero príncipe¨. Su baile es alegre y se manifiesta como un niño travieso, amante de las bromas. El implemento que lo caracteriza es el ¨garabato¨ rama con forma de horqueta, que se utiliza para separar las hierbas, el bailarín en su interpretación, simula su tránsito por el monte y con el garabato separa las hierbas del camino.
Shangó
Se sincretiza con la Santa Bárbara, es el rey de la religión yoruba y uno de los más populares del panteón y más representados en la danza. Shangó significa ¨revoltoso¨, es el dios del trueno y los metales. Orisha de la justicia, guerrero del fuego, el rayo y la virilidad. Su danza se caracteriza por movimientos eróticos de la pelvis, la lengua y genitales. El bailarín representa con los brazos movimientos que simulan rayos que bajan del cielo y su vestuario se representa con los colores rojo y blanco, el implemento que lo acompaña es el hacha.
Yemaya
Se sincretiza con la virgen de Regla, es la madre de todos los orishas, diosa del mar y de la maternidad. Su nombre significa ¨Madre de los peces¨ y su vestuario es azul, y blanco en los bordes, entre sus principales símbolos destacan: el sol, la luna llena, el ancla, el salvavidas, dos remos, una estrella, una llave, un bote y 7 manillas de plata. Su danza representa la calma en su imagen maternal universal con movimientos tranquilos y reposados, o la intranquilidad del mar, con su falda hace movimientos acentuados que simulan olas marinas y giros concéntricos agitados. Yemayá es una de las orishas más poderosa del panteón, de las mas adoradas y temidas por los creyentes.
Oshun
Se sincretiza con la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba. Reina de las aguas dulces del mundo: arroyos, manantiales y ríos. Orisha de la sensualidad y protectora de las gestantes. Su danza es alegre, coqueta y desenfadada, la bailarina agita su cabeza erguida hacia ambos hombros e imita bañarse en el río. Oshun es sensual y femenina siempre sonríe, se abanica y muestra sus pulsos dorados, provocando riñas entre quienes se la disputan. Su color es el amarillo en todas sus tonalidades su número es el 5.
Obatala
Se sincretiza con la Virgen de las Mercedes y su color es el blanco. Orisha de la armonía y la paz, es el padre de todos los hijos de la tierra y todo lo que habita en el planeta. Se presenta como hombre o mujer, joven o anciano. Su danza se desarrolla de acuerdo a su camino: los bailadores imitan movimiento suaves y doblados de una persona muy anciana y en su camino de guerrero baila como si estuviera blandiendo una espada. Obatala está en el grupo de los oshas de cabecera.
Oya
Se sincretiza con la Virgen de la Candelaria, diosa guerrera, dueña de los remolinos y los relámpagos. Conocida como la divinidad de la muerte y reina en las puertas del cementerio. En su vestuario lleva la combinación de todos los colores excepto el negro. Su baile es fuerte y rico en pasos, realiza movimientos violentos simulando el viento y la fuerza de los remolinos, acentuando así su poder y fortaleza. En su mano derecha esgrime el iruke (cola de caballo) sobre la cabeza en forma circular, para limpiar a los observadores, mientras su mano izquierda la apoya en la cintura o agarrando su falda. Se caracteriza por los movimientos ondulatorios de abdomen y torso, por sus rápidos giros hacia la izquierda.
Las danzas afrocubanas que en principio se realizaban solamente en actividades y rituales religiosos, con el paso de los años se han fortalecido y desarrollado hasta formar parte de la cultura e identidad cubana. Actualmente su enseñanza y aprendizaje forma parte del grupo de asignaturas en las escuelas de danza institucionales y existen muchísimas compañías folclóricas profesionales que se dedican a su estudio, práctica y difusión. Su presentación en escena se realiza de forma individual o en grupo, por lo general con música en vivo y se realiza siempre con gran respeto a la religión yoruba, sus códigos y cantos.