¡Nacimos para desnudarnos el alma! Gozar del hermoso camino que recorremos y ser finalmente libres y felices.
Lo cierto, es que vivimos en una sociedad tan estructurada que desde el momento en que nacemos, no hacemos más que sumarnos capas y capas, elevar muros al punto de dormir el alma aún y cuando creemos “estar despiertos”, vivimos en una Maya “perfecta”, alejándonos de nuestra verdadera esencia y del hogar que reside en nuestro Ser… el alma entra en letargo.
Con esa primera inhalación y exhalación, la que tiene lugar en el momento de nuestro nacimiento, conocido como hálito, nuestra alma tiene nueva oportunidad en el plano terrenal. Llegamos con el alma desnuda, con una memoria que data de vidas pasadas (para aquellos que creemos en la reencarnación), listos para nuestro karma o nuestro dharma.
Mantener la consciencia despierta y no perder nuestra esencia, permitirnos estar vivos más que vivir nos rendirá realmente felices, seremos almas libres. Pero ¿cómo lograr esto? Suena complicado, ¿verdad? Te hablaré desde mi experiencia.
Estoy muy lejos de la iluminación, pero poco a poco he aprendido a no alejarme de mí, a vivir a gusto conmigo, soltar los tabúes sobre el qué dirán y disfrutar de estar conmigo antes que estar con alguien, diría que estas son las principales prácticas y por supuesto esté donde esté y con quién esté jamás de ser Yo. A esto le llamo DESNUDARSE EL ALMA, mostrarnos tal y como somos y sin miedo a nada.
En el andar por este camino por supuesto que aparecen las sombras del juicio, miedo, el juego entre ángeles y demonios, esas son las pruebas que buscan alejarnos de lo que realmente somos, entonces, es cuando las herramientas como pranayamas (respiración), meditación (dhyana) y la práctica de asanas de forma constante y como un estilo de vida con disciplina, es lo que me llevan siempre al centro, a no perder el norte y liberándome del miedo a desnudarme el alma: ¡YOGA!
Te comparto ese algo que me acompañó o me acompaña desde que tengo uso de razón, se titula: “Lore, tú si eres rara”. He de confesar que mucho más joven esto me afectaba, no entendía por qué me decían eso, era tal vez como una especie de “BULLYING”, pronto entendí que tal vez los raros eran los demás, pues yo simplemente no siento temor de mostrarme, de ser quién soy, de expresar libremente mi forma de pensar, sentir y actuar, que linda muy lejos del “común”. Simple no me gusta moverme en masas, soy más de estar conectada con lo de adentro que con lo de afuera.
Seguramente más de una vez has dicho la frase: ¡me sumerjo en mi mundo! Y verdad que ¿ahí todo funciona de maravilla?, seguramente desde nuestro punto de vista sí. Pues es eso, al final he aprendido a que somos micro Universos dentro de un gran Universo y que venimos a co-existir, por lo tanto, mostrarnos tal y como somos, en nuestra esencia más pura es lo que no debemos olvidar, SIN IMPORTAR QUÉ DIGAN LOS DEMÁS.
Desde mi experiencia, vivir así es alimento para el alma, nos permite acercarnos a todos esos seres que tienen la misma vibración, incluso elevamos la vibración de nuestro entorno y cada vez más hay personas que lo notan consciente o inconscientemente, todo es cuestión de tiempo.
A lo largo de mi vida, he tenido, días, etapas donde parece que no veo la Luz, pero cuando me conecto con mi alma, mi esencia, mi Ser, dejo de moverme con el qué dirán, con las masas y lejos de mi propio juicio todo vuelve a estar claro.
Te invito a ser simplemente tú.
Respira y sonríe.
0 comentarios