ES SANADOR DECIR NO

La mayoría de nuestros problemas son por decir SI demasiado rápido y NO demasiado tarde.

Todas tenemos claro que decir no es negarse a algo.

Percibimos que decirlo en su justa medida, es liberador y saludable.

Está asociado a los límites, y nos cuesta poco utilizarlo en los niños.

Pero como nos cuesta cuando queremos defender posturas, cuando no nos apetece algo, cuando evidenciamos peligro, cuando sentimos cierto abuso en la situación.

¿Y si te dijera que es sanador decirlo?

¿Qué es liberador?

¿Para de leer un momento, desde que te levantaste hasta ahora cuantas veces habrías dicho que no a algo?

¿Lo dijiste o callaste?

¿Al jefe?, ¿a tu pareja?, ¿a alguien del trabajo?, ¿a un cliente? ¿A ti misma?

Lo llevamos como una pesada mochila y va cogiendo peso con el pasar de los años.

A mí me ha costado mucho siempre decir que no, prefería incluso inventare alguna excusa o decir una mentira (de las piadosas).

Sin embargo, hace ya muchos años lo trabajé y me liberé.

Practico el NO

NO desde la razón y el corazón.
NO razonado.
NO porque no quiero.
NO porque lo siento así.
NO y punto.

Aun así, son muchas las veces que me sorprendo aceptando cosas que no quiero (aunque cada vez menos). Me siento que estoy diciendo SI, cuando quiero decir NO.

¿Y cuáles son las razones más evidentes? El miedo.

Miedo a la reacción de los demás, un grito, un mal tono, un enfado

Miedo a ofender, a hacer daño.

El caso es que muchas veces nos produce malestar decir que NO

Porque después del no podría ser que tuvieras que desarrollar tu punto de vista.

Decir No puede traer ciertos nubarrones a la relación de pareja y quizás tengas miedo a que no te quieran y sobre todo, no tener la aprobación de la persona que tienes delante.

¿Te ves reflejada? Es lógico, buscamos la aprobación de las personas queridas desde que somos niñas.

Buscamos en todo momento que nos quieran y nos digan palabras que confirmen ese sentir.

Al final todo se reduce que la otra persona, o el grupo tenga una relación negativas no te quieran, o no te acepten.

Todo esto tiene que ver claramente con:

Cualidades personales
Crianza
Patrones
Creencias
Valores
Educación
Presión social

Todas queremos encajar, y nos vamos acostumbrando, desde pequeñas, a decir lo políticamente correcto en todo momento.

A veces en contra de nosotras mismas, y nuestro sentir.

A veces lo decimos mal o tarde. Y esto en algunos casos es peligroso para nuestra integridad.

Por último, el NO debe de decirse en su justa medida, seguramente os habéis encontrado con personas que tienen el NO siempre en la boca, que lo dicen por costumbre y demasiadas veces al día. Siempre a la defensiva, sin bajar la guardia.

Al final son personas a las que muchas veces evitamos acercarnos, o pedirles cualquier cosa, ya que nos produce cierto rechazo.

Debemos encontrar el equilibrio decir un NO con propiedad, como todas las palabras, pero sobre todo no dejar de decirlo cuando lo necesitemos, esté quien esté delante.

El NO te marca un límite, te ayuda a sincerarte, es liberador.

El NO que aparece en la madurez te guía hacia la escucha más profunda te susurra que ya está bien, es un NO que te permite recuperar el aliento, es un NO amoroso que nos avisa de que necesitamos escucharnos, abrazarnos y descansar.

Ese NO es nuestra salvación, ahuyenta todos nuestros males, nos libera del dolor.

Bienvenido NO

Porque NO apareciste antes

NO me abandones nunca

Me quedo con el NO y conmigo

¿Y tú?

?Descárgate la guía

“5 CLAVES PARA VIVIR EN PLENOPAUSIA”

https://yoga-soham-graciela.mykajabi.com/plenopausia

✅Pertenece a la comunidad de mujeres “SiéntetePLENA”

https://yoga-soham-graciela.mykajabi.com/sienteteplena

?Podcasts sobre yoga, salud y bienestar