Etiquetas en el deporte
Cuando etiquetando a las personas, vamos dictando sentencias definitivas con las que clasificamos y categorizamos poco a poco, es como si fuéramos metiendo a ese deportista en un caja.
» no es competitivo «,» es egoísta «, » es nervioso «, » es malo con los pies “.
Cuando etiquetamos, nos comportamos de forma peligrosamente inconsciente ignorante y descarada y así lo hacemos cada vez que juzgamos a nuestros jugadores, alumnos, hijos, en lugar de darle un feedback correcto sobre sus tareas y comportamientos y respetando al máximo a la persona.
Es importante transmitirles que están siendo, pero que no son y que pueden cambiar y ser mejores.
Lo cierto es que se puede ser muy exigente en la tarea y a la vez muy respetuoso con el ser humano que tenemos delante, no se puede …se debe.
Es importante les hagan sentir capaces de transformarse y les impulsen a descubrir quienes podrían ser si se atrevieran a reventar la caja quitándose todas esas pegatinas que llevan acumulado durante años.
Necesitamos líderes que no pierdan la paciencia, ni la esperanza para poder seguir creyendo en ellos, aun cuando los avances no sean tan rápidos ni evidentes como les gustaría. Necesitamos líderes conversacionalmente competentes, creadores de nuevas posibilidades, que se atrevan a creer para poder crear otros y mejores futuros posibles para ellos mismos y para sus jugadores y equipos.
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