La intuición se define como aquella habilidad para conocer, entender o percibir algún aspecto interesante de la realidad de forma clara, aun sin la intervención de nuestro raciocinio. Es decir, que la intuición nos permite tomar buenas decisiones de forma rápida y efectiva, nos advierte de ciertos peligros y nos ayuda a crearnos una visión más amplia sobre las cosas que nos rodean. Es como una especie de sexto sentido que no todas las personas logran desarrollar.

En días pasados, realizaba en mis historias una encuesta acerca de si las personas confían o no en su intuición. La votación cerró en un 50% por el SÍ y un 50% por el no, lo cual me llevó a preguntarme el porqué de este resultado. Creo que la opinión sobre estos temas tan subjetivos es, por ende y valga la redundancia, subjetiva. Depende quizás, de la historia personal y de la experiencia que tenga cada uno.

Lo cierto es que muchas veces, la intuición, aunque no la tengamos consciente, nos guía y nos acompaña en muchas de las decisiones que tomamos a diario. Aquellas cosas que sin prestar atención, decidimos «por las dudas», son producto de esta facultad casi invisible.

Veamos algunos tips para desarrollar la intuición aún más.

LO QUE NIEGAS, TE SOMETE. LO QUE ACEPTAS, TE TRANSFORMA.

No podés desarrollar la intuición si constantemente negás su existencia, y desconocés la influencia que ésta juega en tus decisiones diarias. Los seres humanos somos seres energéticos: ¿Cuántas veces estuviste frente a alguna persona o en determinada situación, y sentiste un «pálpito», o una «corazonada» que «te decía», por ejemplo, «salí de ahí» o «por acá no es»?. Esto no es ni más ni menos que tu intuición hablándote al oído y susurrándote qué camino tomar.

Así es que negar o reprimir tu intuición, no va a ayudarte. Por el contrario, quizás estés desaprovechando una herramienta hasta ahora desconocida por vos. Sin dudas, si la aceptás, va a transformarte.

Quienes tienen creencias más a nivel holístico, sostienen que esos minutos que te demorás en llegar a algún lugar, o aquellas veces en las que olvidaste algo en tu casa y tuviste que volver, no son más que tus ángeles cuidándote de cualquier incidente que pudiera haberte ocurrido. Cuando logras este nivel de conexión, cambia rotundamente tu percepción de este tipo de eventos.

ESTAR EN EL PRESENTE

La práctica de la atención plena o mindfulness ayuda a estar en conexión con estas energías intuitivas. Estar presentes, en el aquí y el ahora, en cada momento de nuestro día a día, nos permite ser más observadores y tener los sentidos abiertos y atentos a los estímulos a nuestro alrededor.

Por su parte, la meditación también nos ayuda a bajar los niveles de estrés a los que estamos sometidos por nuestras actividades y preocupaciones. Al bajar el estrés podemos desarrollar aún más la concentración, la observación y con ello, la intuición. Tendrás más atención a detalles cotidianos que antes pasaban desapercibidos y que te perdías de disfrutar.

VISUALIZAR

El ejercicio de la visualización es muy útil en varios aspectos y depende de los resultados que queramos alcanzar. Se utiliza en Coaching y en P.N.L. (Programación Neuro Lingüística), y consiste en visualizar escenarios que nos transmitan las sensaciones que queremos experimentar, dependiendo de nuestros objetivos. Hay visualizaciones para poder conectar con nuestra respiración y alcanzar un estado de paz. Otras, están orientadas a recordar momentos de logros alcanzados en el pasado con el fin de trasladar esas sensaciones de satisfacción al momento presente.

Sea cual sea tu objetivo, es un ejercicio muy sencillo que consiste en preparar un ambiente agradable y acorde como para conectar con aquellas imágenes que querés visualizar en tu mente. Cerrar los ojos y, una vez que tengas esa imagen, podés detenerte en todos los detalles que desees y que impliquen todos tus sentidos: ver, oír, gustar, tocar y oler. Esta experiencia va a lograr que puedas tener un registro más exhaustivo de cada acontecimiento que vivas, con mayor atención.

LA PRÁCTICA HACE AL MAESTRO

Estas son sólo algunas ideas que podés poner en práctica a la hora de desarrollar tu intuición. Sólo tratá de no confundirla con ideas preconcebidas o prejuicios que tengas con respecto a las personas o a las situaciones. Muchas veces creemos tener un pálpito sobre alguien y sin darnos cuenta, estamos mirando con el ojo del juez, basado en ideas erróneas o en experiencias pasadas que no necesariamente tienen que repetirse.

Con el tiempo y la práctica, sabrás darte cuenta de cuándo estás prejuzgando y cuando estás dejándote guiar por tu intuición que bien podría convertirse en tu gran aliada, como un sentido más de tu ser.

Mi intuición me dice que si llegaste hasta acá, vas a querer compartir este artículo con más personas. ¿Estaré en lo cierto?

Con amor,

Con amor,

Deby

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