Hábitos de una persona resiliente

 Si quieres conocer algunos de los hábitos de una persona resiliente, acompáñame en la lectura de este artículo. La resiliencia según la RAE, es la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas. El término proviene del latín -resiliere- que viene a significar “saltar hacia atrás”.

Las personas resilientes no solo son capaces de sobreponerse a las adversidades que les ha tocado vivir, sino que van un paso más allá y utilizan esas situaciones para crecer y desarrollar al máximo su potencial.

La práctica de la resiliencia: ¿Cómo podemos ser más resilientes?

La resiliencia no es una cualidad innata, no está impresa en nuestros genes. Aunque sí puede haber una tendencia genética que puede predisponer a tener un “buen carácter”. La resiliencia es algo que todos podemos desarrollar a lo largo de la vida.

Hay personas que son resilientes porque han tenido en sus padres o en alguien cercano un modelo de resiliencia a seguir. Mientras que otras han encontrado el camino por sí solas. Esto nos indica que todos podemos ser resilientes, siempre y cuando cambiemos algunos de nuestros hábitos y

Algunos hábitos de una persona resiliente

  • Son conscientes de sus potencialidades y limitaciones. El autoconocimiento es un arma muy poderosa para enfrentar las adversidades y los retos. Las personas resilientes saben usarla a su favor. Conocer tus fortalezas y debilidades te dará más herramientas para afrontar las distintas situaciones de tu vida.
  • Las personas resilientes son creativas. La persona con una alta capacidad de resiliencia no se limita a intentar pegar el jarrón roto, es consciente de que ya nunca a volverá a ser la misma. El resiliente hará un mosaico con los trozos rotos, y transformará su experiencia dolorosa en algo bello o útil.
  • Confían en sus capacidades. Al ser conscientes de sus potencialidades y limitaciones, las personas resilientes confían en lo que son capaces de hacer. No pierden de vista sus objetivos y se sienten seguras de lo que pueden lograr.
  • Asumen las dificultades como una oportunidad para aprender. A lo largo de la vida enfrentamos muchas situaciones dolorosas que nos desmotivan. Pero las personas con un alto nivel de resiliencia son capaces de ver más allá de esos momentos y no decaen. Las personas resilientes se preguntan ¿Qué puedo aprender de esto?
  • Practican el mindfulness o conciencia plena. Aún sin ser conscientes de esta práctica milenaria, las personas resilientes tienen el hábito de estar plenamente presentes, de vivir en el aquí y ahora y tienen una gran capacidad de aceptación.
  • Un excelente hábito de una persona resiliente es tener una actitud positiva. Las personas que practican la resiliencia saben cultivar sus amistades. Así es que, por lo general, se rodean de personas que mantienen una actitud positiva ante la vida y evitan a aquellos que se comportan como vampiros emocionales.

Además…

Una persona resiliente es flexible ante los cambios. Tiene la suficiente flexibilidad como para adaptar sus planes y cambiar sus metas cuando es necesario. Son tenaces en sus propósitos. Las distingue su perseverancia y su capacidad de lucha.

Otra de los hábitos de una persona resiliente es, afrontar las adversidades con humor. Y por último, buscan la ayuda de los demás y el apoyo social.

¿Te identificas con alguna de estas características?

Hay teorías que dicen que la resiliencia está impresa en nuestra genética. Sin embargo, otros autores aseguran que «resiliente se hace, no se nace». Lo cierto es que si no te identificas con alguna de estas características, no pasa nada. La buena noticia, es que puedes aprender lo que sea necesario.

Generalmente, aprendemos la resiliencia de circunstancias adversas. Si logras pensar en cada situación difícil que has vivido, y puedes darte cuenta del aprendizaje que te trajo ese hecho, eres una persona resiliente.

Débora Quilaqueo

Sígueme en mis redes sociales:

4 Comentarios

  1. Yolanda

    Me ha encantado el artículo.
    Muchas gracias.

    Responder
    • Débora Quilaqueo

      Muchísimas gracias Yolanda, me alegra que este artículo te haya gustado y sido de utilidad. Puedes compartir la información con quien desees y sientas que le puede aportar valor. Abrazo desde la Patagonia Argentina!!!

      Responder
  2. Patricia

    Muchas gracias por tu artículo. Soy delegada argentina de la Comunidad LATAM de Resiliencia con sede en FESI UNAM 《Mexico), Facultad de Psicología.
    Básicamente, tomamos el término resiliar de «rebotar» en francés. Y tomamos de ejemplo a una pelota que se golpea en el piso… el golpe impacta y puede doler, pero rn la mitad del trayecto ascendente, comienza a aprender… y de ahi en más, la trascendrncia. Y ese es el propósito de resiliar. También de utilizar el verbo resiliar en acción.
    Saludos.

    Responder
    • Débora Quilaqueo

      Hola Patricia, qué gusto y muchas gracias por tu comentario. Ha sido de aporte y conocimiento para complementar lo planteado en mi artículo. Gracias, gracias, gracias. Un saludo cordial

      Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *