Hasta que aprendamos a leer.

Hace mucho tiempo, tal día como hoy, en una feria del libro, un niño al no encontrar juguetes y ver solo libros, le preguntó a su madre qué eran esas cosas que había en todos los puestos del mercado. La madre aprovechó la explicación, para mostrarle a su hijo la importancia de leer.

Hasta que aprendemos a leer no somos conscientes de la cantidad de mundos que podemos conocer.

Hasta que aprendemos a leer, esas letras que vemos escritas, nos parecen simples trazos, nada más que garabatos en un papel. Creemos, sin más, que es un entretenimiento de aquel que no tenía otra cosa mejor que hacer.

Hasta que aprendemos a leer, ninguno es capaz de descifrar el mensaje escrito en el papel. Nadie podría imaginar lo que a través de esos trazos pueden llegar a suceder.

Todo eso ocurre hasta que aprendemos a leer. 

Pobres aquellos que no aprendieron a leer.

Pobres aquellos que no ven más allá que tinta y papel.

Pero un libro es mucho más y para que lo puedas entender, te lo explicaré.

Empezaré con las letras… ¡qué maravilloso poder el de las letras! Solas son un sonido, juntas cobran sentido. Juntas forman palabras. 

-¿Y las palabras? 

Las palabras construyen oraciones y en ellas comienzan a cobrar vida. Se transforman en sentimientos y emociones.

-¿Y este laberinto de papel donde se dibuja las letras y palabras, cómo se llama? 

Páginas, se llaman páginas. En ellas las oraciones, se transforman en historias, te llevan a lugares inexplorados, mundos fantásticos, que también fantásticos. La página, ese elemento que tanto en la literatura como en la vida la gente teme pasar. Una página más es una página menos. Cada página que pasas te acerca al final de una historia, o de la tuya propia. 

-¿Y todas las páginas juntas? 

Se les llama libro. 

Un libro es el mejor compañero de viaje. Te hará vivir aventuras. Podrás ser capitán y librar la más ardua de las batallas o podrás ser la princesa más feliz del reino. 

Abrir un libro es como abrir las puertas a un mundo nuevo, a una vida diferente y es que como decía George R. R. Martin «Un lector vive mil vidas antes de morir. El que nunca lee solo vive una».

Beatriz Arias