La hidratación antes, durante y después del ejercicio es de suma importancia para mantener la reserva energética, independientemente de la actividad física que se practique.
El agua es el componente más abundante del organismo humano y esencial para la vida, se pueden pasar varias semanas sin comer ningún alimento sólido.
Este es un nutriente acalórico (no aporta calorías de ningún tipo, buenas ni vacías) sin embargo, podrán pasar tan solo unos días sin tomar agua.
La hidratación antes, durante y después del ejercicio es necesaria para que el organismo se mantenga estructurado, en perfecto funcionamiento y con alto nivel energético.
Las principales fuentes de agua son las bebidas (zumos, té, café y refrescos), los alimentos y el agua producida por el metabolismo general del cuerpo.
Hidratación en forma de electrolitos
Los electrolitos son unas partículas que ayudan a regular el equilibrio de los líquidos del organismo, los más importantes son el sodio, cloro y potasio.
El sudor que se libera por la piel contiene una gran variedad de electrolitos, siendo significativa la pérdida de alguno de ellos (sobre todo sodio).
Hidratación antes del ejercicio
Es recomendable ingerir unos 400 a 600 ml de agua o alguna bebida deportiva 1 a 2 horas antes de comenzar la práctica del ejercicio.
Así se comienza la actividad con una hidratación adecuada, esto permite un menor aumento de la temperatura central corporal y disminuye la percepción del esfuerzo.
Hidratación antes del ejercicio
Es recomendable ingerir unos 400 a 600 ml de agua o alguna bebida deportiva 1 a 2 horas antes de comenzar la práctica del ejercicio.
Así se comienza la actividad con una hidratación adecuada, esto permite un menor aumento de la temperatura central corporal y disminuye la percepción del esfuerzo.
Hidratación durante el ejercicio
Quienes practican ejercicio físico deben empezar a hidratarse de inmediato y posteriormente a intervalos cortos, esto ayuda a reponer el agua y los electrolitos perdidos.
La hidratación antes, durante y después del ejercicio favorece los niveles de glucosa en la sangre, aunque alcanzar el equilibrio hídrico no siempre es posible.
Hidratación después del ejercicio
La reposición de líquidos (muy ricos en electrolitos) después del ejercicio es fundamental para la adecuada recuperación y debe iniciarse tan pronto como sea posible.
Tras el ejercicio se recomienda una bebida que contenga sodio, esto permite aumentar la retención de líquidos y reponer el electrolito eliminado con el sudor.
También es recomendable hidratarse consumiendo líquidos ricos en hidratos de carbono para reponer de forma rápida los depósitos de glucógeno muscular gastado durante el esfuerzo.
Datos para tener en cuenta en la rehidratación
El líquido no debe contener alcohol, debe aportar energía en forma de hidratos de carbono de absorción rápida y ser bien absorbido en el intestino.
Que reponga los electrolitos (sodio, cloro, potasio) y el agua perdidos durante la actividad física, que tenga un sabor agradable y mantenga el volumen plasmático.