Dios te Ama, no hay que hacer nada especial para que nos Ame, ya nos Ama, es una locura buscar ser Amados.
Buscar que te quieran por lo que haces, por lo que dices, por difundir una práctica religiosa; por leer y practicar el curso de milagros, por ser amable y bondadoso, es tener miedo a Ser tu mismo.
Creemos que con eso Dios nos amará, y tenemos miedo al creer que si dejamos de hacer esto, no nos amará.
Ya nos Ama, somos su creación, nos ha dado la vida y toda su abundancia,
Dios es Amor y así nos Creó, a su imagen y Semejanza, somos su efecto de Amor.
Reconoce que eres un Ser de AMOR, tu naturaleza es Ser Amor, y acepta que Dios es tu Creador.
Eres tú el que no se Ama y no Ama a Dios, no le aceptas tal y como es, evitando aceptarte tal y como eres; ni aceptas a los demás tal y como son.
Quieres cambiar al mundo, quieres cambiar a otros, quieres que te admiren, llamando la atención a cada instante, es así como fabricas terror y separación.
Aquí es cuando inventas una vida, situaciones increíbles, críticas y destructivas para hacerte daño y luego pedir ayuda al mundo, y por último a Dios.
Imaginas en secreto que Dios te Amará, más que a otros, te dará privilegios sobre otros, te dará más a ti y castigará a otros, entrando en un juego de ambición.
Es allí cuando te conviertes en la víctima del mundo, en la víctima de Dios, el mártir y sufrido; el rebelde que no acepta las situaciones tal y como son, sufriendo y resistiéndose por capricho de enamoramiento
El Amor, Ama a todos por igual, no hay distinción, la igualdad inicia en ti, al verte como un igual ante el Creador; eres semejante, eres uno con Dios.
Aquí es donde desaparece la causa de miedo, el miedo a no ser Amado desaparece; así como también todos los efectos que habían producido tu imaginación
Sin causa no existe un efecto, por lo que todo temor carece de un propósito, sin miedo no hay temor.
Lo único que resta, es disfrutar de ahora en adelante del Amor puro y verdadero, el Amor que ha estado allí en todo instante; esperando a que decidieras Amar al Amor, y así volver a Ser uno con Dios.
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