Muchos hemos soñado alguna vez con tener nuestro propio negocio, con crear algo que nos refleje y nos permita no depender de nuestros ingresos salariales o de la ficticia estabilidad de un empleo.

No obstante, emprender en paralelo a tu trabajo toma tiempo e implica sacrificar tiempo de descanso, esparcimiento, compartir en familia o amigos. A sabiendas de que es restarle tiempo a tu balance de vida, quiero hacerte algunas reflexiones que podrían apoyarte no sólo a dar el gran paso, sino hacerlo de una manera que represente una gran satisfacción para ti.

Inventate un side business que realmente te guste

Entre más afinidad tengas con ese negocio o emprendimiento que quieres desarrollar, menos te costará dedicarle tiempo. De manera que no deberías decidir emprender en nada que no te cautive para dedicarle unas horas que podrías emplear tomando un café con tu mejor amiga, viendo una película con tu hijo o practicando un hobbie.

Encuentra una actividad que puedas monetizar, a través de un producto o servicio, que realmente disfrutes. Un área de conocimiento que te apasione y que no te canses de estudiar. Esta es la manera como han dado el salto de empleados a emprendedores muchas de las personas que hoy tienen negocios posicionados como entrenadores personales y fitness, coach de nutrición, consultores de imagen, personas que sacan una línea de productos alimenticios, de cuidado personal, de vestir, entre otros.

Define si te le mides a hacerlo sólo o en compañía

Si arrancas sólo pues la disciplina y el esfuerzo dependen 100% de ti. Pero si eliges hacerlo en compañía, pues desarróllalo con alguien con quien te la pases muy bien, pero además se genere un sano balance entre compromiso, responsabilidad y disfrute.

Esta es una de las razones por las que muchos emprendimientos surgen entre familiares y amigos, porque a la final es cambiar el chip de compartir por compartir con tus seres queridos, a compartir con ellos con un propósito adicional.

Ponte metas concretas

La única manera de pasar de un hobbie o un ingreso ocasional a un negocio que coja tracción es retándote. Y la dimensión de esos retos los defines tú, en términos de cuántas unidades quieres vender al mes o en una fecha especial, qué ingresos adicionales quisieras percibir mensual o anualmente, cuál podría ser ese siguiente paso para pulir tu producto o capacitarte para tener un mejor desempeño y hacer de ese conocimiento y experiencia tu moneda de canje.

Si lo dejas al azar, de seguro lograrás tener una platica extra al mes, pero si te retas de seguro avanzas. De a poco, con la capacidad y la disponibilidad que quieras dedicarle.

Revisa cómo podrías profesionalizar lo que vienes haciendo

No hay nada más valioso que la curiosidad. Si quieres llevar tu negocio al siguiente nivel, hay que salir a ver qué hace la competencia. O mejor no hablemos de competencia, hablemos de otras personas que ofrecen productos, servicios o experiencias semejantes a las que tu puedes ofrecer. Tómalos como referentes no para copiar, si no para diferenciarte y por supuesto detectar e incorporar buenas prácticas.

Si ya estás vendiendo y quieres crecer, si o si, requieres estudiar el tema, hacerte un experto de este, investigar las ofertas disponibles, ver dónde estás parado.

Prueba con el producto mínimo viable

Las personas con millones en el bolsillo o en la cuenta, pero que además tienen dinero para perder si no funciona, no son muchas. Por eso mismo es indispensable testear tu producto o servicio.

En el caso de los servicios o infoproductos una manera de hacerlo es teniendo unos clientes de prueba, beta testers o pioneros, recibir su feedback y sobre esa retroalimentación pulir, ajustar, fortalecer la estructura general de tu servicio.

Si se trata de un producto, puedes hacer justamente el mismo ejercicio, regala unas degustaciones, deja que la gente pruebe y comente generosamente del mismo, no sin antes preguntarles justamente sobre aquellos aspectos que quieres probar.

Enfócate naturalmente en que tus sondeos y los beta testers que te apoyen sean el cliente al cual quieres dirigirte.

      ¿No sabes quién sería tu cliente ideal?

      Pues esta parte de la historia es crucial, necesitas saber exactamente, más allá de qué producto o servicio quieres ofrecer, a quién quieres servir y qué es lo mejor que tienes para ofrecerle.

      Trasciende las definiciones de género, nivel de ingresos, ubicación geográfica, para ir más a fondo a las necesidades o problemas que tu quieres resolverles, de qué manera, qué te acredita o te hace idóneo para hacerlo.  

      Espero estos tips te sean de utilidad. Emprender en paralelo a tu empleo es la manera más segura y tranquila de hacerlo, 100% riesgo calculado y una fuente de ingresos que no se sacrifica.

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      Catalina Vega

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