Mi parte animal
Todos tenemos una parte animal, una parte de nosotros es salvaje, libre e intuitiva. Conectar con esa parte de nuestro ser, es ser completamente consciente de que somos y pertenecemos al reino animal.
Hemos perdido nuestro instinto poco a poco, nos han ido acorralando y encorsetando en grandes ciudades de pequeños apartamentos y sin darnos cuenta, vivimos una vida dirigida y manipulada por unos cuantos, que nos han anestesiado por completo con una falsa comodidad. Nos han cortado las alas de la creatividad y nos han puesto a trabajar para sostener las bases de una sociedad que se tambalea y desquebraja por momentos.
Es lógico pensar que, estando tan alejados de nuestra verdadera esencia, sea realmente muy complicado mantener un equilibrio emocional fuerte y estable. Cada vez más se recurre al yoga, la meditación, la alimentación saludable y ecológica, en el ejercicio al aire libre, etc. Para seguir este ritmo frenético, realmente debemos tener pequeñas parcelas de escape para no volvernos totalmente locos. Todas estas herramientas nos ayudan a restablecer los vínculos perdidos. Pero igualmente se nos olvida algo tan sencillo como un paseo por la montaña, un baño en el mar, caminar por un rio o estar en contacto con animales de forma consciente.
Ellos, los animales, nos dan tanto, nos enseñan y guían si es que estamos dispuestos a observar. Viven totalmente en el presente, no verás a un animal preocupándose por cosas que no existen, no crean en su mente películas imaginarias. Mucha gente los considera básicos y lo que son es conscientes de vivir al día y ser felices con lo que tienen sin necesitar más que afecto, comida y refugio. Incluso a ellos los hemos ido domesticando para hacerlos dependientes absolutamente de nosotros. La gente que lleva a los perros en bolsitos, vestidos con ropas a juego con su dueño, les ponen de comer cosas que no existen como tal en la naturaleza, los castramos y rebajamos a nuestro nivel, ese nivel básico que decimos que ellos tienen, es en verdad nuestra falta de realidad. ¿En qué momento perdimos el sentido común?
En el momento en el que el hombre se sintió superior a todo lo que le rodeaba se creyó el rey y señor del mundo, ahí perdimos totalmente nuestra parte animal. Si cierras los ojos te darás cuenta que puedes guiarte por el olor, puedes olfatear y averiguar por tu instinto animal si algo es bueno, comestible o está en mal estado.
Si te desnudas en mitad de la naturaleza tu cuerpo te indicará cual será la temperatura adecuada que necesitas para sobrevivir, estar sano y protegido. Si te quedas en silencio te darás cuenta que puedes escuchar miles de sonidos incluso serás capaz de distinguir la mayoría de ellos sin problemas. Tus ojos pueden ser capaces de ver incluso en la oscuridad, solo que nos cegamos a nosotros mismos con tanta luz por todas partes, pantallas de móvil, ordenadores, TV y luces en cada parte de nuestro hogar. Dejamos de agudizar nuestra vista, practica el ir de noche al campo o a la playa dejando que tu visión se acostumbre a la luz natural, te sorprenderás de lo que eres capaz de distinguir a oscuras. No solo tu vista, sino que tu oído hará que un paseo en la oscuridad sea toda una maravillosa experiencia.
Nuestras pupilas gustativas determinarán los sabores de los alimentos ingeridos, hoy en día le ponemos tanta sal a las comidas que no podríamos saber que sabor original tienen la mitad de los alimentos que comemos. Deberíamos cocinar los alimentos respetando su sabor, eso nos haría vivir más cerca de la verdad. Los 5 sentidos son los que deberían guiarnos en nuestro día a día tal y como hacen los animales para sobrevivir. Ellos no necesitan más que eso para saber cuándo, saber cómo, saber dónde y porqué.
Recuperemos nuestros instintos, nuestros 5 sentidos, nuestra intuición. Nuestra parte animal grita por ser libre de nuevo, por recuperar nuestra esencia y ser capaces de utilizar nuestra mente para crear, no para destruir. Hoy en día nos dicen que debemos dedicarnos a una profesión en concreto, poner todos nuestras energías y esfuerzos en ello, pero se nos olvidó que el ser humano es capaz de hacer muchísimas cosas, quedarse en una, es perder la capacidad de inventar, crear y descifrar muchas incógnitas. Casi todo el mundo tiene un trabajo estable y luego dedica su tiempo libre (que normalmente es poco) a sus hobbies. Pintar, construir, bailar, cantar, correr o practicar yoga, incluso a veces todas estas cosas en mayor o menor grado, todos podemos hacerlas, solo que si dedicamos toda nuestra atención a un solo trabajo porque es lo que nos aporta estabilidad económica, nos olvidamos de todas nuestras otras habilidades.
Un sinfín de oportunidades tienes si dejas fluir tus dones animales. Dejemos de creer en todo lo que nos contaron y sintamos por nosotros mismos que es lo que hay de verdad, en este juego llamado vida. Saca a pasear tu parte animal, salvaje y libre y vive tu vida en plena consciencia siendo el alma de tus emociones, pensamientos y actitudes ante todo lo que el universo te da.
Agradece cada día tener la oportunidad de recuperar tu instinto y vive tu vida como la quieras vivir. Tu parte animal hará el resto, confía.
E-mail: adriana_casanovas@yahoo.es
Adriana, justo en estos días reflexionaba lo que ha pasado en mis cincos sentidos a lo largo de este año tan “peculiar “ que nos ha tocado vivir. Me parece divino tu artículo, real y sensorial . Gracias ??
Este año, nos trastocó a todos. Gracias por dedicarme tu tiempo.?
Aho!!!
Aho!! Mi niña.
Justo ayer me acordé de este artículo. Estaba todo oscuro y en menos de 5 minutos mis ojos se ajustaron a la oscuridad, a tal punto q la luz de de la alarma me molestaba enseguida me acorde de esta frase del artículo “ te sorprenderás de lo que eres capaz de distinguir a oscuras”. Gracias Adriana ?
Es increible, verdad??