Derribando paradigmas
Los paradigmas son modelos teóricos a seguir que justifica la razón por la que no eres feliz y estas en paz. Un ejemplo de esto es cuando copias la identidad de otros, envidias lo que otros tienen, creer ser inferior o superior a otro, vivir con enojo y considerarse atacado por terceros.
El acto de prostituirnos y hacer lo que no queremos, el mentir para agradar a otros y ser incoherentes con lo que pensamos.
“Prostitución es realizar cualquier acto en contra de nuestra voluntad, satisfaciendo el capricho de otro, esperando obtener algo a cambio, por el pago de una situación del pasado, o un pendiente por cobrar en el futuro. Escondiendo tras esto, el temor a decir que no”.
Los paradigmas se lanzan contra nosotros, son modelos teóricos que se usan para explicar y justificar, acciones, teorías, creencias, valores, técnicas, leyes e hipótesis, buscan manipular la ilusión del caos constante en el que se vive, a favor del que manipula la situación, para guiar y accionar la toma de decisiones en favor o en contra de otros.
La respuesta es automática, inevitable y alberga un gran temor oculto, no cumplir las expectativas de otros; el fracaso significa la muerte, no existe valoración propia, una separación total de SER TU MISMO.
No se cuestiona la orden o idea, realizamos la acción mediante un acto impulsivo, sin reflexionar, de que existe algo mejor para nosotros.
Es aquí donde debemos convertirnos en demoledores, derribar esos paradigmas que tanto tiempo nos han mantenido estáticos, siempre en el mismo lugar, con una rutina cuadrada cada día.
“Solemos vivir la vida preocupados por la ropa y accesorios con los que cubrimos el cuerpo, pasando horas y días enteros en esto, cuando al final, vivimos los momentos orgásmicos, de éxtasis, placenteros y de felicidad, al quitarnos todo y estar desnudos; mostrarnos sin prejuicios y tabúes, tal como somos, para disfrutar del sexo”.
Derribar los paradigmas, es sencillo, debemos enfocar nuestra vida a un propósito, no perder la meta, ni dejar a un lado el objetivo.
Enfoquemos nuestro propósito en:
Ser cada día nosotros mismos, íntegros, coherentes al tomar nuestras propias decisiones, con asertividad.
Vivir en plenitud y felicidad a cada instante del día.
Dejar de darle realidad a todo aquello que nos roba nuestra felicidad interior.
Realiza cada acto de manera amorosa y feliz, agradecido, viviendo la abundancia y riqueza que está a tu alrededor y que albergas en la mente.
Las quejas, el odio, corregir el error en otros, te quita la felicidad y el estado de paz mental.
Esta actitud permitirá que los resultados favorables y amorosos se expresen y se te inspiren.
En una mente sana, solo hay dicha, paz, felicidad, amor, grandeza, gratitud e integridad.
Hazte 4 preguntas que te permitirán derribar los paradigmas y eliminar hábitos no saludables, soltar toda esa carga negativa que cargas diariamente.
Estas preguntas son:
- ¿Se siente feliz el cuerpo?, ¿qué adjetivos pueden describir lo que siento?
- ¿Contemplo mis emociones?, ¿para qué evito observarlas, que temor oculto tras esta situación?
- ¿Estoy en perfecta unidad con mi ser interior?, ¿soy yo mismo, son coherentes mis pensamientos, palabras y acciones?
- ¿Está en paz mi mente?, ¿para qué experimento estos pensamientos de terror?
Al responder cada una de las preguntas, mirándote frente a un espejo, con sinceridad y honestidad, soltarás ataduras y temores que limitan; que evitan tu avance en el desarrollo de emprendimientos, vida y demás acciones.
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