¿Mienten los ojos? Los ojos no mienten jamás ya que son el espejo del alma. Los ojos son la cara que no podemos ocultar, aunque con nuestras palabras estemos afirmando otra cosa.

Si quieres conocer a una persona observa sus ojos ellos te indicarán su estado emocional, sobre lo que está sintiendo en cada momento.

Nuestros ojos y gestos nos delatan ante los demás, dicen de nosotros más que mil palabras. El lenguaje verbal comienza en los ojos y termina en nuestros movimientos y así enviamos la mayor información.

Sobre los ojos no tenemos ningún control, si nos gusta o disgusta algo los ojos nos delatan.

La mirada es el espejo de nuestra alma.

El poderoso lenguaje no verbal de nuestros ojos los convierte en dos ventanas al mundo donde se asoma nuestra alma dejando ver emociones y sentimientos con mayor o menor intención.

Existen muchas clases de miradas.

La mirada de reojo cuando te sientes vigilado.
Esa mirada que intimida cuando la haces por arriba de tus lentes y no preguntas nada.
Aquella de escaneo que va de arriba abajo.
Esa que te produce rechazo, cuando sientes que te faltan al respeto.
Aquella de decepción que se da entre relaciones de familiares y amistades.
Cuando sientes que los demás te señalan. Tienes un sentimiento de culpa.
La gran mirada. Esa que enamora, que tiene brillo y causa ternura. Tiene una aura mágica hacía esa persona donde envías tu mirada.
Por último, esa mirada vacía cuando estas triste o algo negativo ha ocurrido y la tristeza y la decepción invaden tu alma.
Se me olvidaba una mirada muy importante la desafiante, cuando dejas tu mirada fija en otra persona y con intención la mantenemos por un tiempo incómodo para el otro.