¿Para qué lloran los vivos al cadáver?

Me pregunté al ver que todos vestían de negro, derramaban lágrimas sus cuerpos, mientras se acercaban al cuerpo sin vida que yacía en el féretro.

Que maravilloso me dije, ya no estoy allí.

Ahora soy libre de tiempo, del materialismo del mundo, de las apariencias, de cadenas, de ser lo que nunca fui.

¿Será esa la razón de su amargura y llanto?

Que aún deben permanecer en el mundo material, viviendo un sueño, que es tan similar a una historia sin fin.

También podría ser, que están atrapados en los recuerdos, en su drama emocional y con una mente llena de miedo, y que quien ellos dicen les hacía felices, ya no está, para hacerles sonreír.

Incluso existe una tercera opción, de no creerse dignos y merecedores de la vida, no estar satisfechos con su vivir, y adormecidos en su lamento, aun así, no logran discernir, que hoy tienen una oportunidad para vivir, en vez de llorar a un cuerpo.

Es una total incoherencia en el evento, estoy satisfecho de haber vivido la experiencia de vida, por amor he dejado el cuerpo, para retornar a mi verdadero hogar, feliz de mi avance espiritual, he logrado recordar, que soy un Espíritu, el hijo de Dios, santo y hermoso, lleno de amor, y que mientras estaba sumergido en la creencia de ser un cuerpo, me creí carente de amor.

Bueno, con una gran sonrisa me despido y les dejo este recuerdo, celebren la vida, todo es un sueño.

 Pablo César Pastor Guerra

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