Tu hogar, tu templo. Como está tu casa, está tu vida.


Como está tu casa, está tu vida
. Por ello cuando estamos bien interiormente: felices, equilibrados, en armonía con nuestros intereses, en paz, nuestra casa refleja lo que percibimos. Por el contrario cuando no nos sentimos bien, estamos tristes, deprimidos, estresados, agobiados…nuestra casa refleja todas esas emociones. De nuevo el foco está en nosotros como nos comenta Lua en este artículo tan interesante: La única meta soy yo mismo.

El Feng Shui es una disciplina oriental que observa la influencia de los espacios que habitamos desde hace más de 3.000 años. Ha desarrollado varías herramientas que nos permiten detectar en qué lugares de nuestra casa hay energía estancada. El Feng Shui nos dice: como está tu casa, está tu vida. También nos enseña a activar la energía para lograr cambios en nuestra vida personal y familiar. Si en tu cuerpo la energía estancada es energía limitada, en tu hogar la energía estancada limita las posibilidades de tu vida personal y familiar. Energía estancada, Energía limitada.

La buena noticia es que podemos hacer cambios en nuestra casa para favorecer cambios en nuestra vida personal y familiar. Somos los responsables y protagonistas de nuestra vida. Nuestra casa, si nosotros se lo pedimos, estará encantada de contribuirnos para mejorar los aspectos que queramos transformar. Sí, como está tu casa, está tu vida; la solución es evidente: pidámosle ayuda a nuestra casa.

En el plano de nuestra casa se hayan reflejadas nueve áreas correspondientes a nuestra vida personal y familiar, estas son:

  • Amor y pareja.
  • Prosperidad y abundancia.
  • Saber y cultura.
  • Salud y familia.
  • Fama y reconocimiento.
  • Carrera profesional.
  • Viajes y ayudas desinteresadas.
  • Creatividad e hijos.
  • Centro y estabilidad.

El buen Feng Shui no se nota a simple vista, es el que nos trasmite paz, armonía y equilibrio cuando entramos en un espacio. No se trata de una decoración en concreto ni de poner objetos decorativos extraños. Se trata de conseguir el equilibrio, la armonía y la paz que requerimos. Con ello conseguiremos recargarnos de energía. Se trata de crear nuestro propio oasis en medio del desierto, nuestro paraíso. Recuerda: como está tu casa, está tu vida.

Tras una separación de pareja con dos niños pequeños. En un cambio profundo a nivel personal el Feng Shui llegó a mi vida. Llegó para quedarse y se convirtió en mi pasión y misión de vida. Mi misión es ser el vínculo entre tu casa y tú para ayudarte en el proceso de convertir tu casa en tu templo.

Sara Bernal