TU MAYOR ENEMIGO

Si te digo que tu mayor enemigo está contigo.

24 horas al día. 7 días a la semana. 12 meses. Los 365 días que tiene el año.

Tu mayor enemigo va contigo día y noche y se aloja en tu cabeza. Más concretamente en tu cerebro.

Te presento a tu mayor amenaza ante la que debes estar alerta:

EL PENSAMIENTO.

O más bien los malos pensamientos. Esos pensamientos cargados de negatividad. Llenos de pesimismo, miedo o incertidumbre.

Según el tipo de pensamiento que generamos, la reacción en nuestro cuerpo es distinta. Nuestra mente vive una realidad diferente según lo que pensemos.

Si nos llenamos de pensamientos positivos y alegres, nuestra mente va a estar calmada y nuestro cuerpo relajado.

Si por el contrario nuestros pensamientos son de tristeza, miedo o ira, nuestra mente va a empezar a inquietarse y nuestro cuerpo se va a ver alterado.

La calidad de nuestros pensamientos es muy importante. Lo hemos escuchado o leído muchas veces.

Pero llevarlo a cabo es tarea bien difícil. ¿O no?

Hay una serie de trucos que nos pueden ayudar a enfocar esos pensamientos hacia donde queremos. Para encontrarnos bien. Ser más felices.

Te voy a dejar algunos de ellos. Te sonarán seguramente:

• No te adelantes al futuro. Pensar sobre algo que no ha pasado. Que ni siquiera sabemos si va a pasar. Es una pérdida de tiempo. Lo podemos comprobar a diario. El factor sorpresa está al orden del día. Sobre todo en cuestiones que no dependen exclusivamente de nosotros.
• No mires al pasado. Lo que ocurrió ya pasó. No hay vuelta atrás y nada puedes hacer. Para mejorarlo o para empeorarlo. Se habla de aceptación aunque no resignación. No es lo mismo aceptar y no hacer nada al respecto que asumir los hechos y dejarlo estar.

De cualquier modo volver atrás no va a solucionar ninguno de tus problemas y no te dejará avanzar.

• Evita los pensamientos en bucle. Cuando  una idea  da vueltas en nuestra cabeza sin  parar. Puede aparecer la obsesión. La obsesión solo traerá malestar y nerviosismo. No nos dejará pensar con claridad ni buscar soluciones.
• Aléjate de las personas que no te hacen sentir bien. Si solo escuchas palabras negativas o de tristeza. Seguramente acabes sintiéndote mal y triste. Si te rodeas de gente que continuamente se queja de todo. Comenzarás a ver todo mal y con desagrado.
• Escucha la música alegre. La música te envuelve con su sonido. Si escuchas música alegre te sentirás bien. Si escuchas música triste, ya sabes cómo te sentirás. Cada momento tiene su música. No vivas cada uno de ellos con la música inadecuada.
• IMPORTANTE: QUE NO TE IMPORTE LO QUE PIENSEN LOS DEMÁS.  Tu vida es tuya. Tú tienes todo el poder sobre tus decisiones. Si tienes esto siempre presente, seguro que la calidad de tus pensamientos mejora al 100%.

Estos son solo algunos de esos trucos que nos pueden ayudar. Seguramente los conozcas pero se te olvida ponerlos en práctica de vez en cuando. O casi siempre.

Basándome en mi propia experiencia te dejo los que a mí hoy día me funcionan:

• Practicar Yoga.
• Practicar meditación y Mindfulness.
• Técnicas de respiración y relajación.
• Hacer deporte: caminar, correr, bailar…
• La lectura.
• Buscar nuevos proyectos y motivaciones.
• Excursiones al aire libre.
• Y disfrutar con lo que hago.

En el próximo artículo os contaré un poco más sobre esos otros trucos. Los que me han servido a estar donde estoy ahora en mi vida. Que me ayudan a intentar que mis pensamientos no se pasen al lado oscuro como Star Wars.

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Vanessa Martín Ardanaz