La mayoría estamos de acuerdo que la pandemia, en muchas formas, ha sido y aún es una experiencia llena de aprendizajes. Estoy segura de que, tanto para mí, como para muchas otras personas, no nos dimos cuenta del gran impacto, a nivel de salud integral, de conectar con la naturaleza hasta que nos vimos forzados a guardar cuarentena.
Nuestros ancestros, sin embargo, lo tenían claro: conectar desde el respeto, con la naturaleza siempre será una maravillosa fuente de salud a nivel mental, emocional y físico. Y lo mejor de todo, a disposición de todos y todas, una alternativa al alcance de nuestras manos.
Cuando leo cifras tan alarmantes, como la última encuesta que realizó Bumerán (el portal de empleo) en varios países de Latinoamérica: Ecuador, Panamá, Chile, Perú, Argentina y México; sobre el síndrome de burn out. Este malestar que aqueja al más del 80% de los encuestados de todos los países mencionados se manifiesta por estrés laboral, exceso de horas de trabajo y el reto de poder vivir en equilibrio con las otras áreas de la vida, ajena al trabajo.
No dudo en que sea real lo que refleja esa encuesta, es una llamada de atención para brindar soluciones y alternativas que mitiguen este problema. Desde mi experiencia personal, como Coach e Instructora en Habilidades Blandas, he notado que este síndrome se está expandiendo y casi hasta “normalizando”. Sino tomamos responsabilidad y nos hacemos cargo de nuestra salud mental y emocional, corremos el riesgo de bajar nuestras defensas, y contraer enfermedades físicas (con suerte y no COVID).
¿Te gustaría descargar emociones de baja frecuencia y elevar tu energía vital?
¿Te gustaría que, a pesar de no viajar como antes lo hacías, puedas conectar con la naturaleza?
Si tu respuesta fue en ambos casos: sí. Toma nota de los tips que vienen a continuación.
Aquí te comento algunas prácticas sencillas y gratuitas para darle solución a este reto. Puedo dar fe que son efectivas y funcionan, como todo lo natural no será de la noche a la mañana. No obstante, te prometo que notarás resultados en ti:
1. Exponerte al sol, es totalmente accesible y un recurso al alcance de todos. Hacerlo durante un período de 15 a 20 minutos, te ayudará a recibir vitamina D y segregar serotonina (neurotransmisor responsable de regular nuestro estado de ánimo). Esta puede ser una práctica diaria.
2. Pon tus pies sobre la tierra, el césped o jardín. Ojalá y lo puedas hacer con los pies descalzos. Es una forma de enraizarte con la tierra, descargar emociones de baja frecuencia y recargar energía vital.
3. Pon tu cuerpo en movimiento, intencionalmente. Si lo haces por al menos 20 minutos, desconectándote del celular y del trabajo, puede ser una gran fuente de liberación de estrés, toxinas y también propicia para mejorar tu creatividad, claridad mental y enfoque en soluciones innovadoras.
Estos son sólo 3 pasos, una pequeña parte de nuestra sabiduría ancestral, esa que por tanto tiempo hemos venido ignorando y que nos ha llevado a múltiples afecciones a nivel de salud mental, emocional y física.
Esta en tus manos ponerlas en práctica, verificar por ti mismo el resultado que tendrá en tu vida y cómo notarás mitigar el estrés laboral.
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