En un mundo tan cambiante encontramos que la flexibilidad, la posibilidad de adaptarse al cambio es más importante que la experiencia.

 «La práctica de la inteligencia emocional» (1998), Daniel Goleman

 FLEXIBILIDAD MENTAL

Es la CAPACIDAD DE MODIFICAR TUS PROPIAS CREENCIAS ante una nueva situación, pudiendo adaptarte rápidamente.

Traspasar la situación y crecer.

Es darnos cuenta de lo vital que resulta ser flexibles para reinventarnos y avanzar.

Probar y probar (hasta dar con la tecla). es un signo de una mente adaptable y sana.

ES EL ÚNICO TIPO DE FLEXIBILIDAD QUE NECESITAMOS PARA COMENZAR A PRACTICAR YOGA.

 Hoy hablamos un poco de una perspectiva importante en yoga que es la flexibilidad mental, la que va a apartada de nuestras creencias y la que nos permite recibir todo lo nuevo y soltar aquello que ya no necesitamos.

Es única actitud que seguimos cultivando los que practicamos habitualmente esta disciplina.

  “Siempre me pasa lo mismo y no me encuentro mejor” …

Mmm esta frase es uno de los ejemplos que suele escuchar entre mi alumnado y, cuando, después de escuchar intervienes tímidamente preguntando: ¿qué cambios has realizado para que no sea el mismo resultado?

La respuesta errática o poco clara, deja entrever que funcionamos con el piloto automático ya que tendemos a fijarnos en un punto de vista rígido y único.

Punto de vista que hemos ido creando nosotras mismas a través de nuestras experiencias vitales, y que, por supuesto, damos por válido como si no hubiera otras formas de realizar las cosas.

Repetimos patrones de comportamiento que no siempre van seguidos de consecuencias positivas. Sus efectos nos provocan más ansiedad y sufrimiento, pues solemos entrar en un círculo vicioso que ya es parte de nuestro día a día.

Misma realidad—- misma respuesta—mismo resultado—misma realidad…etc.

No solemos tener en cuenta que la flexibilidad mental, relacionada con nuestra habilidad para la solución de problemas y generación de alternativas, es una garantía de equilibrio mental y afrontamiento de todo tipo de situaciones cotidianas.

Hablar de flexibilidad mental es hablar de cambio y evolución. Implica ajustarnos a un plan determinado, el nuestro propio; saber adaptar los comportamientos más adecuados a cada situación.

Creo que es importante comprender que:

No somos las mismas personas que ayer.

No son las mismas situaciones.

No es el mismo momento.

 Por lo tanto, la respuesta y el resultado deberían ser distintos.

Y esto que parece tan sencillo puede marcar la diferencia entre el vivir con plenitud o estancarnos, ya que los fracasos, y las huellas del pasado pueden anular nuestro futuro.

Pensemos por un momento en algo que no nos salió como queríamos, a nivel personal o laboral. Quizás ha creado una herida, un trauma que nos imposibilita a seguir probando, quitándonos posibilidades de vivir plenamente, (un divorcio, un despido, una oposición fallida, un negocio que fracasó, un trauma familiar, etc.) y sólo por repetir acciones del pasado!!

    RECOMENDACIONES

    Para- Observa- Reflexiona y Respira

    • Encuentra el equilibrio entre el pesimismo y el optimismo. 

    Acostúmbrate a hacer una recogida de perspectivas (buenas y malas, negativas y optimistas) y así poder tomar decisiones más realistas y ajustadas a la verdadera multiplicidad del momento.

    • Desarrolla tu capacidad para adoptar perspectivas.

    Asume que tú perspectiva no es la única posible, y que siempre hay que ver la situación desde diferentes puntos. Céntrate en analizar situaciones.

    • Comprende que no hay reglas ni posibilidad de controlarlo todo.

    No tenemos el poder de predecir lo que ocurrirá en el futuro, las cosas no siempre salen como nos imaginamos. Hay que estar preparadas para todo.

    • Escucha tus emociones. Reconoce y sustituye pensamientos automáticos, producto de creencias aferradas en el tiempo.
    • Comprende que el sentirte insegura y con miedo ante una nueva situación es normal, pero no tiene por qué ser negativo o malo.

     En ocasiones, el riesgo y lo desconocido pueden ser la clave de lo que nos pasa y dotarnos de la capacidad y fuerza suficiente para tirarnos a la piscina.

    Mantente firme pero flexible en un entorno que está en constante cambio y evolución.

     ¡En la práctica reside el desarrollo de toda capacidad! ¡Así que toca practicar la flexibilidad dentro y fuera de la esterilla!

    Un abrazo, GRA

    @yogasohamgraciela

    www.yogasohamgraciela.com

    1 Comentario

    1. Lorena

      Muchas gracias por esta valiosa información!

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