En mi artículo anterior, les compartí una pequeña introducción a la TROFOLOGIA. En este artículo me gustaría contarles un poco más sobre las correctas combinaciones alimenticias.
Antes de adentrarnos en cuáles serían (y cuáles no) buenas combinaciones alimenticias, debemos entender que con alimentos naturales, buena insalivación y calmada deglución, no está completamente asegurado el éxito del proceso digestivo. Más allá del tipo de alimentación que llevemos, hay alimentos que mezclados con otros producen una mala combinación, dando lugar a subproductos tóxicos. Esto puede suceder inclusive con las tan saludables y nutritivas frutas.
Asimismo, debemos tener en cuenta que los alimentos tienen distintos tiempos de digestión. Por ejemplo, alimentos como la fruta y los vegetales se digieren entre 30 minutos y 2 horas. Los cereales y las legumbres entre 1 y 3 horas, y las proteínas animales tardan en digerirse desde 3 o 4 horas en adelante. Al combinar alimentos “pesados” que se digieren más lentamente, con aquellos más ligeros que deben quedar “esperando” en el estómago a los otros para ser digeridos, es cuando aparece la fermentación provocando gases e indigestión. Son los ácidos provenientes de esas fermentaciones de los intestinos que acidifican la sangre, irritan, inflaman y congestionan los tejidos y órganos.
De ahí que, a menudo, escuchamos que a muchas personas las frutas (y hasta el agua!) los inflaman, mientras que otras personas pueden consumirlas sin sufrir ningún malestar digestivo.
Entonces, ¿CUALES SERIAN LAS COMBINACIONES CORRECTAS Y CUALES SE DEBERIAN EVITAR?
En líneas generales:
- Las frutas aceitosas y las dulces en una misma comida no se digieren bien: los aceites al mezclarse con los azucares producen fermentaciones alcohólicas. Asimismo, las aceitunas o aceites, con frutas dulces o secas (azucaradas) producen mala combinación, dando lugar al mismos tipo de fermentaciones
- Las frutas acidas mezcladas con almidones, como naranja con pan o avena, no deben combinarse. Los ácidos, impidiendo el desdoblamiento normal de los almidones, originan fermentación que acidifica la sangre. También las frutas dulces combinadas con las acidas crean fermentaciones. Ahora podemos entender mejor por qué las típicas ensaladas de frutas (“macedonias”) pueden no caer tan bien y no son tan recomendables!
- En cambio las frutas acidas combinan bien con las aceitosas, comiendo primero las acidas: naranja con nueces. Las frutas dulces jugosas combinan bien con los almidones que tienen las castañas, plátanos y piñones.
- La fruta debemos ingerirlas con el estómago vacío, y el agua y demás líquidos media hora antes o una hora después de las comidas. Ambos productos, tanto fruta como bebidas, deben consumirse separados de la comida.
- Papas con cereales como trigo, maíz, arroz, avena, etc., no conviene comerlos juntos. La fécula de las papas con el almidón de los cereales generalmente no se digieren simultáneamente, lo que hace que el que ha sido elaborado primero debe esperar, para ser absorbido, la digestión del otro. Esto hará que entren en fermentación durante este tiempo de espera. Por la misma razón, no debe comerse pan con papas.
- La misma razón anterior existe también para no mezclar en la misma comida leche con huevo, ya que una de estas sustancias puede ser digerida con preferencia a la otra, que entrara en descomposición.
- Proteínas y carbohidratos, como carne con papas, no deberían combinarse en una misma ingesta. Y las proteínas animales, al ser más difíciles de digerir, no deberían mezclarse entre sí, ejemplo pescado y mariscos.
- Alimentos de naturaleza opuesta no deben comerse juntos, como sales minerales con ácidos y azucares. Así, las verduras contienen en gran proporción sales minerales y las frutas contienen ácidos y azucares. Por lo que las hortalizas y las frutas, en la misma comida, producen fácilmente fermentaciones dañinas.
En conclusión, para una buena alimentación y, por lo tanto, digestión necesitamos:
- alimento adecuado y nutritivo
- comer con hambre
- insalivación completa y calmada deglución
- simplificar cada comida, evitando las malas combinaciones de alimentos
- comer con hambre, cuidando no repletar el estómago
- comer estando tranquilos y de buenos ánimos. El “mindful eating” es una excelente herramienta!
Aprender a combinar los alimentos que ingerimos sin duda nos ayudara a mejorar nuestras digestiones y la absorción de los nutrientes. En consecuencia, al no sobrecargar de tanto trabajo a nuestro sistema digestivo nuestro organismo podrá ocuparse de otras tareas. Además nos sentiremos con más energía y vitalidad.
Saber nutrirnos es la mejor higiene y la ciencia de restablecer la salud frente a la enfermedad.
Saber combinar correctamente nuestros alimentos a través de la TROFOLOGIA es una de las grandes herramientas con las que contamos para poder despedirnos de esa incomodidad erróneamente normalizada. Al principio puede ser abrumador pero para poder aplicarlo, lo ideal es pensar “menos es más”. Simplificar cada comida con uno o dos platos diferentes (de un solo tipo de alimento). Esto nos permitirá también tener variedad en cada comida.
Adiós indigestión, hinchazón y malestares digestivos! Adiós cansancio crónico!
“Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina sea tu alimento.”
Holistic Health Coach – Master Nutrición & Terapias Holísticas
Muy bueno, algunas ya las puse en práctica disfrutando de los buenos resultados, y sigo trabajando para mejorar lo que falta, gracias Lu por ponerlo tan simple.
Muy ilustrador y fácil de entender. Solo me queda la duda sobre la combinación correcta con el pan.