Deja de producir tu miedo, haz una lista con las 10 cosas que te han producido miedo, seguro que la mayoría de ellas, no han pasado. Entonces, ¿Por qué sigues produciéndolo? Nos pasamos media vida imaginando y creando nuestros miedos, montando en nuestra cabeza una producción increíble de absolutas barbaridades que pueden llegar a pasar. Pero la realidad de eso es que solo existen en tu cabeza. En la mayoría de los casos es una visión ficticia de algo que imaginamos de mil formas distintas en nuestra mente.
Tenemos miedo al fracaso, a la pérdida de un ser querido, miedo al amor, a hacer el ridículo, a muchísimas cosas. Dime ¿en este preciso momento tienes en tu mente algún miedo? Si no tienes miedo en este instante, solo quédate así, tranquilo, en calma. Porque si comienzas a generar temores, entonces tendrás que empezar a crear un montón de excesiva imaginación. Así que quédate tranquilo, sino tu mente empezará a ver imágenes y escuchar palabras no reales que te producirán miedo. Lo que está pasando en tu mente tiene mil puntos de vista diferentes, pero lo más probable es que nada de eso suceda. La mayoría de los miedos tratan de cosas que no existen, no puedes pelear o superar aquello que no existe. Podemos superar algo real pero no algo imaginado y creado por tu mente. ¿Disfrutas de ese miedo? ¿te gustan las películas de terror? Entonces porque no empiezas a producir una película romántica o de acción algo que sea más entretenido y positivo, algo que no te cree bloqueos mentales, físicos o emocionales.
El miedo nos indica el grado de importancia de algo. Cuanto más miedo producimos, seguramente es porque estamos muy interesados en esa cosa en cuestión. Por eso creamos expectativas negativas paralizantes creyendo que así prevenimos posibles contratiempos o incluso que así nos adelantamos a posibles problemas, pero la verdad es que solo creamos miedos porque estamos aterrorizados y no somos capaces de verbalizar y soltar ese dolor que nos produce el miedo. ¿Cuántas veces has dejado de hacer cosas por miedo? Has dejado de decir te quiero, no has cambiado de trabajo por temor, has seguido con la misma pareja a pesar de ya no sentir amor por puro miedo. Y es que el miedo nos hace cerrar los ojos del corazón y esa es nuestra perdición. Ir a ciegas por la vida es darte golpes duros contra el muro más fuerte que existe que es el miedo.
Ese muro te cierra las puertas de tu propia libertad, de tu verdad, de tu felicidad. Te niega el ser feliz y poder avanzar, evolucionar y ser la mejor versión de ti mismo. ¿Cuántas veces te has quedado callado, mordido la lengua o con lágrimas reprimidas en tus ojos? Seguramente si hubieras reaccionado sin temor te hubieras expresado con calma sin necesidad de morderte la lengua, hubieras dejado caer lágrimas sin miedo al qué dirán o mostrarte frágil y sensible delante de la gente. Esta sociedad que nos dice que el más fuerte gana, nos aniquila emocionalmente a todos, convirtiéndonos en pequeñas marionetas dirigidas por un mismo motor. El motor de la insensibilidad, la falta de empatía, la agresividad injustificada y la falta de amor propio.
Qué miedo da el propio miedo, ¿verdad?
Conozco gente que cuando tiene una etapa tranquila y estable en su vida, comienzan a tener miedo porque las cosas están yendo demasiado bien. Dejemos de proyectar en negativo comencemos a creer en nuestro potencial. Somos los mejores creando miedos, pero también somos buenos creando otras muchas cosas más positivas para nuestro ser. Comencemos a cambiar:
- Miedo por Fe.
- Negatividad por Realismo Positivo.
- Culpabilidad por Amor Propio.
- Ego por Humildad.
- Odio por Entendimiento.
Solo así podremos restablecer el control de nuestros pensamientos. Dejar de alimentar la máquina creadora de miedo es posible, solo depende de ti. Del grado de implicación que tengas en tu propia existencia. Tú decides vivir y como vivir. No más excusas, dramas o culpas.
Vive en tu verdad absoluta que será la que te haga ser la luz que guíe tu propio camino y ese brillo ayudará a iluminar a otros.
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