Amor y miedo
En esta realidad ficticia que vivimos podemos sentir dos emociones principales, pues de ellas derivan todas las demás. El amor y el miedo. Todos las hemos sentido, y conocemos sus sensaciones, sus efectos en nuestro cuerpo. Desde el amor, podemos conectar con nuestra naturaleza, sin embargo, cuando el miedo se apodera de ti, estás limitad@, encadenado, privado de libertad para decidir. Si estamos en miedo, nos alejamos del amor.
Pregúntate…
¿Cómo te sientes cuando piensas o estás cerca de alguien que amas? Cuando debes despedirte, porque no le vas a ver más, al menos por un tiempo. Esos sentimientos de amor real son lo único que nos llevaremos cuando abandonemos el cuerpo físico.
Cambia de canal por amor propio.
Obsérvate cuánto tiempo de tu vida estás en miedo. Cuantos pensamientos negativos en torno a la muerte u otros temas aparecen en tu mente, y algunas fuentes de desinformación contribuyen a ello. Cambiar de canal cuando estás escuchando noticias que te plantan el miedo de frente, es el mayor acto de amor que puedes hacer por ti.
Despierta
La única persona que puede y debe responsabilizarse de tu bienestar eres tú. No cedas tu poder, no dejes que nadie ajeno a ti desde su posición de «aparente salvador del pueblo» con corbata y traje te imponga cómo debes vivir tu vida. Ya basta de mirar sin ver, de vivir como zombis.
Sólo desde el amor
Sólo desde el amor puedes ser feliz. Sólo desde ahí podemos avanzar, nunca desde el miedo. Éste nos aleja de vivir con plenitud y nos acerca al aparente final. El amor y el humor son las emociones más elevadas, debemos apostar por una vida llena de carcajadas y corazones.
Eres luz
Recuerda quién eres, tu esencia y a qué has venido. No has venido a sobrevivir, a vivir sometido, a obedecer, a ceder tu poder. Sólo desde la conciencia plena de tu divinidad puedes vivir en amor. Lo demás inevitablemente te conduce al miedo, ese que te enferma y se adueña de tu felicidad.
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