Bulimia nerviosa, miedo morboso a engordar. Etimológicamente bulimia proviene de las raíces griegas bus (buey) y limos (hambre). Vendría a significar, por tanto, hambre desmesurada.
En el ámbito clínico se aplica en todos aquellos episodios que están caracterizados por una necesidad imperiosa e irrefrenable de consumir grandes cantidades de comida.
Más que verduras y fruta, es comida basura, alimentos de elevado contenido calórico que en otras circunstancias de la vida una persona no se permitiría.
Es tan importante la cantidad de alimento ingerido como la sensación de malestar, arrastrando la situación fuera de control y aumentando los sentimientos de culpa.
Consecuencias inmediatas
Inmediatamente, la persona tiene la necesidad de mitigar los efectos de la gran ingesta tratando de compensar la comilona y el potencial aumento de peso.
Aquí aparece la bulimia nerviosa, miedo morboso a engordar, casi siempre a través de técnicas de purga (vómito autoinducido usando los dedos, laxantes, diuréticos, llanto…).
En algunos casos el autocastigo incluye rutinas de ejercicios excesivas, los periodos de bulimia pueden alternarse con episodios de ingesta normal o ayunos y dietas.
Aspectos en común de la anorexia y la bulimia
La anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa, miedo morboso a engordar, suelen tener una naturaleza episódica con remisiones y recaídas, además comparten otros aspectos negativos…
Preocupación excesiva por la figura corporal, la dificultad para mantener el peso dentro de los límites normales y patología asociadas a los buenos hábitos alimenticios.
Con todo ello, viene acompañado de serias consecuencias médicas, psiquiátricas, familiares, sociales… pero lo más grave y lamentable es el daño físico y mental autoinfligido.
Una enfermedad muy antigua
Esta enfermedad es conocida desde el siglo II d. C. por Galeano, definiéndola como un deseo ávido de comida o según Glanvielle apetito moderado (1398).
Epidemiologia de la bulimia
El perfil más común de las personas que sufren esta enfermedad es: mujer occidental, de raza blanca, entre 19-25 años y de cualquier nivel sociocultural.
Tiene una prevalencia de 4,2%, 4 veces superior que la anorexia nerviosa, este dato es muy importante puesto que se disimula más en la sociedad.
Al igual que ocurre en los casos de anorexia nerviosa, los criterios diagnósticos de esta enfermedad están clasificados en el CIE-10 y DSM-IV (décima revisión).
Criterios diagnósticos de la bulimia nerviosa
- La bulimia nerviosa, miedo morboso a engordar, se caracteriza por una preocupación por la comida que para nada es saludable, con deseos irresistibles de comer.
- El enfermo termina por sucumbir a dichos deseos con episodios de polifagia durante los cuales consume grandes cantidades de comida en periodos cortos de tiempo.
- Este trastorno psicopatológico consiste en miedo morboso a engordar, el enfermo se fija conseguir un peso muy inferior al que tenía antes de la enfermedad.
- Con frecuencia, pero no siempre, existen antecedentes previos de anorexia nerviosa con un intervalo entre ambos trastornos (un peso insano) de varios meses o años.
- Este episodio precoz de anorexia puede manifestarse de una forma florida o por el contrario adoptar una forma menor o larvada (pérdida de peso moderada).
- Ingesta de alimento en corto tiempo, por ejemplo, dos horas, en cantidad superior a la que la mayoría de personas ingerirían en un periodo similar.
- Sensación de pérdida de control sobre la ingesta del alimento, no poder parar de comer o no poder controlar el tipo o la cantidad ingerida.
Los atracones y las conductas compensatorias inapropiadas tienen lugar, como promedio, al menos dos veces a la semana durante un periodo de 3 meses seguidos.
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