Elegir es renunciar
Cada decisión que tomamos a la hora de elegir implica también renunciar a otra cosa o persona. Así como es imposible no comunicarse, también es imposible no elegir. Desde que tenemos total conciencia y percepción de las cosas estamos realizando elecciones.
Desde que te levantas por la mañana, eliges qué ropa ponerte o qué desayunar. En tu trabajo eliges qué acciones tomar con respecto a tu tarea asignada, en los estudios decides si estudiar o no para el examen. En la pareja eliges si ser fiel o no, en la amistad si ser honesta/o con respecto a algún tema o decir la verdad, aunque duela. Y así podría llenar este artículo de ejemplos. Lo cierto es que todo el tiempo estamos eligiendo, a diario, desde algo muy pequeño hasta las grandes decisiones que marcan nuestras vidas.
¿Qué relación existe entre esa gran decisión tomada y tus valores y prioridades? ¿Elegiste pensando en ser coherente contigo o buscabas agradar a otros? ¿Eligió tu miedo o eligió tu libertad? Te dejo estas preguntas para que las puedas reflexionar. Depende desde dónde elijas, será el impacto que tendrás a corto, mediano o largo plazo.
Somos nuestras decisiones
Todos somos resultados de nuestras decisiones. Decidir supone elegir la respuesta ante cualquier situación y aceptar las consecuencias que se deriven. Por lo tanto, decidir implica:
1) Responsabilidad para escoger entre varias opciones,
2) Aceptación de las consecuencias.
Ambos factores son sumamente importantes y debes tenerlos en cuenta, porque en base a ellos, serán tus resultados.
Somos nuestras renuncias
Somos nuestras decisiones, pero también somos nuestras renuncias. Cada vez que tenemos la oportunidad elegir, también estamos renunciando a algo que teníamos como opción. Si eliges, por decir un ejemplo, el camino hacia la derecha, jamás sabrás lo que te encontrarías si ibas por el de la izquierda, o viceversa. Renunciar a otras posibilidades puede tener sus consecuencias, por eso es importante tener en cuenta algunas consideraciones a la hora de la toma de decisiones.
Algunos tips a tener en cuenta
- Trabaja en tu autoconocimiento. Cuanto más te conozcas y te dediques tiempo para estar contigo mismo/a podrás reflexionar y meditar acerca de lo que quieres o necesitas. Pregúntate cómo estás hoy, qué quieres en este momento de tu vida. Reconoce tus dones y talentos, y cerrando los ojos imagina la vida que deseas. Permítete este encuentro diario contigo. Conocerte mejor te permitirá conectar con tu pasión, con tu esencia e ir dejando atrás el piloto automático. Se trata de un tiempo para ser, no para hacer.
- Encuentra tu propósito de vida. Busca tu «para qué», así, cuando llegue el momento de elegir, podrás preguntarte: ¿para qué elijo esto? ¿Cuál es el objetivo que pretendo alcanzar con esta decisión? Lo que eliges, ¿tiene que ver con lo que realmente quieres o te dará más de lo mismo? Quizá descubras que muchas decisiones son tomadas en función de las expectativas de otros o que son más propias de tu “yo pasado” que de tu “yo actual”. Si es así, ¿Qué vas a decidir ahora? También puede pasar que estés realizando elecciones por el impulso del momento, lo cual es más efímero aún.
- Conoce cuáles son tus valores y prioridades. Piensa si eres coherente con ellos cuando eliges, y si estás poniendo el foco en lo importante o en lo urgente. Esto te permitirá saber qué es prioridad y qué no.
- Identifica cuáles son tus limitantes. ¿Qué está impidiendo que puedas dar ese paso? ¿Acaso es miedo? La mejor manera de enfrentarlo es poniendo pasión a lo que quieres alcanzar y potenciar tu autoconfianza, ya que allí estará el valor necesario para continuar pese a los constantes desafíos.
- Pon en la balanza, y pregúntate: ¿Qué ganas y qué pierdes al elegir esto? Recuerda que, al elegir, estás renunciando a otra cosa. Así que tómate tu tiempo y medítalo lo suficiente para estar listo/a.
Poder humano
Uno de los grandes poderes que tenemos los seres humanos es justamente el poder de elegir. Gracias a este poder podemos diseñar o rediseñar nuestra vida a cómo vayamos necesitando. Somos seres en constante evolución. Al tomar consciencia de esto, podemos ser dueños/as de nuestras vidas y de cómo la llevaremos adelante. Podemos construir, desde nuestro presente con miras a ese futuro que anhelamos. E incluso, muchas veces, y quizás sin darnos cuenta, hasta podremos salvar nuestra propia vida. No sólo de una muerte física, sino de sufrimientos o vidas indeseadas para cualquiera.
Si no tomas el control de tu propia vida, tomando tus propias decisiones, alguien o algo más lo hará por ti. La invitación es a que puedas tomar consciencia y que te empoderes lo suficiente para tomar el timón, y dirigir tu barco al puerto que creas más seguro. Si necesitas de alguien que te acompañe en ese proceso, recuerda que puedes encontrarme en mis redes sociales.
#poradultossanosemocionalmente
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Somos siempre el resultado de nuestras decisiones y, por ende, el resultado también de nuestras omisiones.
Saludos mi querida Deborah
Muchas gracias Memo, así es. Detrás de cada decisión, hay una elección en la que elegimos y renunciamos. Solo es tenerlo presente y hacerlo consciente. Muchas gracias por tu comentario, abrazo que cruce el continente!!!