En la duda está el acierto
Poner en duda todo es algo que está muy extendido por todo el mundo. Nos cuestionamos ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Por qué? ¿Cuándo? Estamos en la era de querer saberlo todo y de creer que es así. De repente cada ser se volvió experto en esto o aquello y en realidad ¿Qué sabes tú? ¿Qué sé yo?
Esto es lo que de verdad deberíamos poner en duda. Nuestras creencias, nuestros valores, nuestros pensamientos, nuestra emoción, nuestras sensaciones. Nos pasamos la vida opinando sobre lo ajeno, lo externo, lo superficial pero ¿Y cuando se trata de ti? ¿Eres tan sumamente tajante, exigente y directo? O más bien buscas excusas, culpables, justificaciones, aliados, adornos. Cuando se trata de poner en duda nuestras palabras, gestos, emociones ahí, es cuando de verdad podemos llegar a entrar en el abismo de todo el miedo que nos genera, hacernos cargo de lo que somos, hacemos, decimos, sentimos y pensamos. Empezamos a darnos cuenta de las extrañas contradicciones que se nos generan y las acomodaciones que hacemos para que no se note el pánico que nos causa entrar a esas zonas tan impenetrables de nuestro ser.
¿Por qué siempre vamos tapando o dejando pasar, aquello que realmente nos duele o causa incertidumbre o pavor?
Pensar que lo sentimos, no tiene importancia, es darle rienda suelta a nuestra mente para que genere la excusa perfecta para no hacer, y con ello, poder posponer o disfrazar nuestro sentir verdadero. En esta era de todo rápido, no nos damos ni permitimos el tiempo necesario para transitar en amor en nuestros propios procesos internos. Estamos tan alejados de lo que algún día fuimos, que volver a recomponernos, parte de la base de rompernos el 100%, para poder volver a construir unos cimientos sólidos, estables y muy fuertes para resistir nuestra nueva fuerza.
Cuando realmente te atreves a navegar en el mar de las dudas existenciales del ser, es cuando empiezas a comprender en realidad de que va esto de la experiencia humana. Que locura tan maravillosa la de adentrarse con valentía en ese mar de dudas que reside en ti. Dejar de observar afuera, para penetrar muy adentro de tus entrañas, y así desgranar el ser que habita en tu interior, deseando estar en plena conexión contigo.
Vivir en amor, es plantearse todo lo que de ti sale, palabras, gestos, pensamientos, sentimientos, energía. Hasta cerciorarte de que estás en coherencia y amor contigo para poder entregar amor y coherencia a lo que te rodea. Respetando con ello tu verdad divina, manifestándose en amor puro hacia tu Alma.
Tu duda es la sanación de tu ser. Adéntrate en tus profundidades y baila al ritmo que marca tu dulce fragilidad, conocedora de tu luz.
E-mail: adriana_casanovas@yahoo.es
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