La abundancia

Se suele hablar de abundancia con mucha frecuencia.

El término va siempre dirigido a los bienes materiales, dinero y lujos.

Estableciendo un estatus social, un tipo de vida, ambicionando o ansiando llegar a una meta estimada, que genera estrés y preocupación. Pero cuando no se logra lo anhelado, aparece la codicia, la ira, la depresión y las frustraciones.

Los bloqueos psicológicos

Se dice que, cuando está bloqueado el flujo de dinero a la vida o el acceso a fuentes de empleo o negocios en un individuo; este mantiene conflictos con la madre y el padre.

Pero más allá de esto, hay creencias que los padres y ancestros han enseñado. El mayor conflicto de todos es el desprecio a la vida y la energía.

Desde el punto de vista psicológico, se presenta un enfoque materialista. De nuevo se habla de la abundancia con respecto al dinero y otros lujos materiales; llevando a resolver conflictos con los padres solo por un interés económico. Manteniendo el vicio al desprecio y el odio por la vida.

La riqueza

Se dice que «en la diversidad está la riqueza», sin embargo a este aforismo se le ha prestado poca atención.

Observamos que promulgan que la riqueza del país se basa en la cantidad de materias primas, minas, turismo y otras industrias que se explotan. De nuevo, contemplado la riqueza desde el bolsillo, viviendo siempre en una comparación subjetiva de la vida.

Las creencias han llevado a perder la objetividad con respecto a la abundancia y la riqueza; sumergiéndonos cada día en un mundo egoísta, materialista, que considera la vida espiritual como algo sagrado y para unos pocos.

Llegando a buscar siempre estar bien afuera, para luego sentir bienestar personal.

Pero… ¿Qué sucede cuando el dinero y el lujo material se agota o se presenta una crisis?

Automáticamente aparece el temor a carecer, el temor a perder, se produce esquizofrenia y paranoia; se empiezan a buscar soluciones para no aceptar la situación tal y como es.

La energía

Todo está hecho de energía, específicamente de átomos. Pequeñas partículas atómicas, que cuando se encuentran en armonía producen energía suficiente para mover el mundo. Pero también cuando se desequilibran pueden destruir ciudades, como ocurrió con la bomba atómica.

Si todo está hecho de átomos, es lógico y obvio que el cuerpo humano y todo lo que le rodea también está hecho de energía. Así como lo es el dinero y otros bienes.

La energía no se pierde ni se destruye, solo se transforma. Cuando se compra un artículo, entregamos energía en forma aparente de dinero y recibimos un producto que tiene una forma aparente; pero que está hecho de energía.

Por lo tanto, la energía siempre está fluyendo. En cualquier acto, gesto, actividad o acción que se realice, y la forma material siempre será la moneda de cambio.

Pero…

Cuando existe desprecio por la vida, estás despreciando parte de esa energía.

Si te desprecias y odias a ti mismo, que eres la fuente creadora de todo lo que llega a tu vida; estarás rechazando constantemente el flujo de energía a tu vida. Bloqueas automáticamente el acceso a la abundancia.

El Bloqueo de la abundancia y riqueza

El universo lo da todo sin parcialidades, sin juicios, ni discriminación. El sol siempre brilla para todos, el viento sopla por igual y la lluvia cae sobre el suelo y el océano.

Cuando te desprecias y odias, estas en conflicto con la fuente primordial de la abundancia y la riqueza. Estas en conflicto con el receptor de la energía. Estás actuando de forma parcial al juzgar, criticar y quejarte, sin percatarte, que lo que ocurre afuera, una vez lo imaginaste y pensaste.

La mente es una lámpara y el genio que está en ella (el ego) te cumplirá todos los deseos materiales que se te antojen. Ten cuidado con lo que deseas en pensamientos, palabras y obras.

Cuando la mente está en desequilibrio se actúa de forma inconsciente, con desprecio y odio por la vida. Los deseos provienen de un ego destructivo, que te dará todo para satisfacer tus caprichos externos, pero no te dará bienestar interno.

Mientras no estés en paz internamente, siempre desearas en favor de la vida material y todos tus sufrimientos.

Un ejemplo de esto se presenta en la película «Al diablo con el diablo«.

La energía y la mente

Para el ego es todo apariencia, observará un padre y una madre, en cuerpos de aspectos masculinos y femeninos. Con esto hace que se fabriquen ídolos, relaciones especiales, lealtades familiares; temor oculto para evitar superar las apariencias y contemplar a seres humanos en cuerpos con aspectos femeninos y masculinos.

De esta forma el ego engaña a la mente-. La mente se vislumbra con las apariencias cuando está en piloto a automático actuando desde la inconsciencia. El odio y el desprecio la adormecen y la ciegan.

La mente es simple y sencilla, observara lo femenino y lo masculino, enviara una información. Si te desprecias, desprecias lo femenino y lo masculino que hay en ti. Estarás en desequilibrio mental, sin armonía, ni integridad en ella, se contemplará separada del creador, la consciencia, el Ser y de la fuente divina, Dios.

Mientras la mente se encuentre en desequilibrio y la consciencia se contemple separado de Dios, siempre estará en carencia. Nunca será suficiente y estará fabricando situaciones para castigarse o reaccionar y volver a la consciencia.

Ejemplo

Un ejemplo de esto es:

Ambicionas y ansias el dinero, piensas que si no tienes dinero suficiente, no podrás pagar las cuentas, créditos, préstamos y otros requerimientos.

Al pensar en lo que podría pasar, te estás preocupando, y al preocuparte, imaginas la situación desfavorable, fabricándola en tu mente y luego ocurre afuera.

Así la mente en su egomanía, te mantiene engañado. En carencia constante, en estado de estrés, paranoia y esquizofrenia mental, repitiendo la situación tantas veces como lo soportes.

Hasta que un día dejes de preocuparte y digas: «ya veremos que pasara» y dejas las preocupaciones de los pagos, dejas de recordarlos; de pensar en ellos y de fabricarlos, desapareciendo la angustia mental.

Así se fabrican las diversas situaciones en la vida diaria, lo pensamos; le colocamos la energía de temor llena de carencia y luego se materializan los terrores y deseos mentales.

Al aceptar la situación tal y como es, y que será como debe de Ser, aceptando que lo tienes todo, en suficiente cantidad y abundancia.

Observando primero en ti la riqueza y dicha de poseer salud y vida, apreciándote, amándote y siendo amable en pensamiento, palabras y acciones. Empezarás a corregir tu mente carente, transformándola en una mente abundante.

La abundancia y la riqueza no están en los bolsillos y lujos materiales, están en la mente.

Todo emprendimiento, idea, proyecto y negocio nacen en la mente del emprendedor, tú eres la fuente ilimitada de tu abundancia.

Aprecia lo masculino y femenino en ti, acéptate tal y como eres, amate, estímate y valórate, solo tú puedes hacerlo.

 Pablo César Pastor Guerra