¿LOS MIEDOS SON HEREDITARIOS?
Los miedos no son hereditarios, todos nacemos con algo denominado “patrones fijos de acción” conocidos como circuitos neuronales para tener miedo ante algún peligro que ponga en riesgo nuestra vida. Los temores o miedos no son hereditarios, pero si se pueden enseñar. Los miedos nacen en nuestro cerebro, originando una reacción de alarma en el organismo.
Sentir miedo es desagradable, por eso la hemos etiquetado como una emoción negativa. Sin embargo, sentir las emociones siempre es positivo, sea cual sea. Toda emoción, bien manejada siempre será positiva para nosotros.
¿PARA QUÉ SIRVE EL MIEDO?
Nos sirve para adaptarnos al entorno y sus peligros, ya sea nuestra integridad física, nuestra reputación o nuestra estima. El miedo nos ayuda alejarnos de un a situación que no estamos preparados a enfrentar.
DIFERENTES TIPOS DE MIEDO
El miedo en sí mismo es positivo, pero a veces resulta un problema cuando la situación que nos está generando miedo no es un peligro real, por eso podemos considerar dos tipos de miedo:
- Aquel que se activa ante un peligro real. (Miedo funcional)
- Temor o miedo disfuncional. (es aquel nos entorpece la vida diaria).
Lo importante es comprender que el miedo no es algo exterior a nosotros que puede ser controlado, aceptando que es parte de nuestra esencia más profunda. Cuando lo comprendemos y lo asumimos podremos dejar poco a poco de temerle.
Enfrentar nuestro miedo es prestarle atención y hablar con él. Pregúntale qué es lo que quiere, que finalidad tiene ese miedo, qué nos da miedo realmente: (al ridículo, al fracaso, al rechazo…). Tómate tu tiempo no importa cuánto te demores y comprobarás que es un miedo infundado, es tu pensamiento distorsionando una situación, una fantasía de nuestra mente. No tiene poder sobre ti. Hay una verdad universal: el miedo solo se supera enfrentándolo. Muy fácil decirlo, muy difícil poner
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